Comparada con Alice Munro y Maggie O’Farrell, un descubrimiento que entra por la puerta grande de las letras internacionales Un extraordinario debut literario, ganador del International Dublin Literary Award en 2019, que a partir de un episodio de efecto devastador indaga en la memoria, el amor y los caminos de la redención.«Que un acto de tal brutalidad inspire una narración tan hermosa como esta es razón suficiente para que este debut literario destaque entre la multitud». The Independent «¿A quién pertenecen nuestros recuerdos? ¿Podemos convertirnos en los guardianes de la memoria de aquellos condenados a olvidar? Estas son las vertiginosas preguntas que Idaho plantea». Leïla Slimani |
Año 1995. En un caluroso día de agosto, una familia viaja en camioneta hasta un claro en el bosque para recoger leña. La madre, Jenny, es la encargada de cortar las ramas pequeñas. Wade, el padre, las amontona. Mientras, sus dos hijas, de nueve y seis años, beben limonada, juegan y cantan canciones. De repente, ocurre algo terrible que dispersará a la familia en todas direcciones.Nueve años más tarde, Ann, la segunda esposa de Wade, se encuentra en el mismo bosque de Idaho, junto a la misma camioneta. No puede dejar de imaginar el terrible suceso, de reconstruir ese día que parecía tan plácido en busca de una respuesta para aquel impulso que Jenny, condenada a cadena perpetua por asesinato, nunca ha sabido explicar ni mucho menos, perdonarse. Desde su boda con Wade, un año después de la tragedia, el pasado rodea a Ann en forma de objetos, huellas y pequeños indicios de una vida familiar pretérita que ahora su marido, a los cincuenta años, comienza a olvidar a causa de la demencia precoz. Implacable, la enfermedad avanza en forma de lagunas de memoria, confusión, y actos de humillación y violencia contra su compañera, mientras de sus hijas va quedando no el recuerdo de sus rostros y su inocencia infantil, sino una indeleble sensación de pérdida y dolor. Ann acompaña este proceso intentando comprender y encajar, con más imaginación que certezas, las piezas de un rompecabezas que quizá no tenga solución; y manteniendo vivas, más allá de la muerte de Wade, una memoria y una imagen: el rostro de June, cuyo retrato robot se actualiza año tras año desde su desaparición en los bosques aquel caluroso día de agosto.Emily Ruskovich, una joven escritora que creció en las montañas de Idaho, debuta con una primera novela de atmósfera rural donde hay un crimen atroz, hay interrogantes abiertos, información que se brinda con cuentagotas, y también un personaje -Ann- que se empeña en unir las piezas de un complejo rompecabezas. A la luz de estos ingredientes, Idaho podría parecer un thriller; sin embargo, la obra de Ruskovich se revela, poco a poco, como una historia en la que la que no hay respuestas ni tampoco el alivio de un enigma finalmente resuelto, sino una profunda reflexión sobre el amor, la pérdida, el perdón y la memoria. En las páginas de Idaho, Emily Ruskovich se da a conocer como una gran narradora y digna heredera de escritoras como Marilynne Robinson, Alice Munro, Toni Morrison y Maggie O’Farrell. Compuesta con pericia y un sentido poético de la escritura, su novela escoge cuidadosamente las palabras para contar una historia impactante donde el paso del tiempo es un protagonista más, y en cada acción y cada gesto se insinúan las emociones de unos personajes que se enfrentan a la tragedia y el efecto de sus actos con una humanidad conmovedora.Ha ganado el Dublin Literary Award, el premio más cuantioso del mundo para una novela en inglés, propuesto por las bibliotecas de todo el mundo. Autores de la talla de Colm Toibin, Orhan Pamuk, Valeria Luiselli, Herta Müller fueron galardonados anteriormente. «Se siente casi mareada por la súbita presencia de Jenny en el dormitorio y le parece que casi podría tocarla. Cuando vive momentos como ese, no tiene la impresión de que sean invenciones suyas (aunque sabe que lo son), sino olas de recuerdos que la acometen tan de improviso y con tanta fuerza que cree que son suyos. Ann se deja arrastrar por ellos». |
© Sam McPhee |
Emily Ruskovich creció en las montañas del norte de Idaho. Se graduó en el Iowa Writers’ Workshop. Actualmente enseña escritura creativa en la Boise State University. Su narrativa ha aparecido en Zoetrope, One Story, The New York Times, The Paris Review, LitHub y The Virginia Quarterly Review. Ganó el premio O. Henry 2015 por su historia Owl. Idaho ha sido galardonada con el International Dublin Literary Award y finalista del Dylan Thomas International Prize. Vive en Idaho City con su marido y su hija. |