«No comenzaré por nuestro final, que es de todos conocido. En cambio, nuestro principio es algo que solo nos pertenecía a nosotros. Y fue sublime.»
Madeleine tiene solo diecisiete años cuando conoce a Jack Astor; es hermosa, inteligente y de clase alta, pero los Astor juegan en una liga aparte. La madre de Jack es la señora Astor, de la realeza estadounidense y la socialité más formidable de Nueva York. Jack es un héroe de la guerra hispano-estadounidense, un inventor y un astuto hombre de negocios. A pesar de su diferencia de edad y del escándalo del reciente divorcio de Jack, se enamoran y se convierten en el objetivo favorito de la prensa.
Durante su luna de miel en Egipto, los recién casados encuentran al fin un poco de paz lejos de los fotógrafos y los periodistas. Madeleine se siente realmente viva por primera vez y está felizmente embarazada. La pareja planea regresar a casa la primavera de 1912, a bordo de un nuevo y opulento transatlántico, el Titanic. Sin embargo, el destino tiene otros planes para ellos. De nuevo en Nueva York, sola y con un recién nacido, Madeleine se ha convertido en una heroína para la prensa, pero se enfrenta a la decisión más difícil e importante de su vida: aceptar el papel que se le asignó al casarse con Jack, o labrarse su propio camino.