Hacer una lista suele ser una simple cuestión de gusto personal, más algo de academicismo y un pellizco de conversaciones al respecto. Sin embargo existen frikis que se dedican a crear logaritmos y fórmulas con el objeto de crear listas de libros. Cassidy Beeve-Morris es ese apasionado y en su página web desarrolla un logaritmo para calcular los mejores libros de fantasía y ciencia ficción de los últimos 50 años. Mezclando premios y opiniones populares esta es su lista:
1.- Cita con Rama, de Arthur C. Clarke (la próxima película de Denis Villeneuve después de Dune 2)
Una de las obras más premiadas de la historia de la ciencia ficción. Publicada en 1972, recibió galardones tan célebres como el Nébula, el Hugo y el Locus, entre otros.
Después del impacto de un enorme asteroide que destruye Padua y Verona, se crea un sofisticado sistema para averiguar la trayectoria de cualquier objeto que se detecte desde la Tierra. De esta forma se descubre Rama, un extraño asteroide que, gira a una velocidad increíble y que, según todos los cálculos no volverá a pasar jamás por el sistema solar.
Pero lo más inquietante se produce cuando aparecen indicios de que Rama pueda ser artificial, con las implicaciones que ello conlleva.
Clarke es el novelista de ciencia ficción más sólido en activo y uno de los más conocidos y galardonados tanto en el campo literario como en el científico. Su obra “Cita con Rama”, es una de las obras más premiadas de todos los tiempos (premios Nebula, Locus, Hugo, Júpiter y John Campbell Memorias, entre otros) y sin duda una de las mejores novelas escritas por el autor. Todo un clásico para los aficionados a la ciencia ficción.
2.- Mundo Anillo, de Larry Niven
Otra de las pocas novelas de ciencia ficción que ha logrado el triplete de los premios más prestigiosos del género, es decir, el Locus, el Hugo y el Nébula. Vio la luz en 1970.
El descubrimiento de un mundo hueco que orbita alrededor de una lejana estrella, desencadena una tremenda lucha entre la humanidad y otras dos razas en plena expansión imperialista. Hasta la misma Tierra se ve amenazada. Solo el desparpajo y la suerte fabulosa de uno de los protagonistas, permiten conducir la lucha… A un inesperado desenlace. Mundo Anillo es una de las novelas más laureadas en la historia de la cf. Parafraseando a uno de los maestros, Ítalo Calvino, no debemos olvidar la importancia de leer a los clásicos. Y por méritos propios, esta es una de esas obras que han adquirido el marchamo sin lugar a dudas. El tiempo la ha puesto donde debía: es una de las novelas capitales y más importantes de la ciencia ficción de todos los tiempos.
3.- La voz de los muertos, de Orson Scott Card
Se trata de la segunda entrega de la saga que arrancase con El juego de Ender. Orson Scott Card escribe el que probablemente fuera su libro más exitoso a nivel de premios, ganador del Nébula, el Hugo, el Locus e incluso el Kurd Lasswitz.
La aclamada segunda parte de El juego de Ender, ganadora de los premios Nebula 1986, Hugo 1987 y Locus 1987.
Una de las mejores sagas de ciencia ficción jamás publicadas.
Después del genocidio de los Insectores, Ender Wiggin desapareció y en su lugar surgió una voz poderosa: la nueva religión de los Portavoces de los muertos, que sirven como sacerdotes a los que no creen en ningún Dios y, sin embargo, creen en los valores de los seres humanos.
Han pasado tres mil años desde los hechos de El juego de Ender, pero los efectos del viaje relativista permiten la presencia de un Ender de treinta y cinco años, que será el elemento central en el segundo contacto de los seres humanos con otra raza galáctica. Esta especie, al igual que los Inspectores, resulta completamente extraña y, en sus primeros acercamientos a los seres humanos, han causado muertes incomprensibles.
4.- Neuromante, de William Gibson
Vamos ahora con una compleja novela de uno de los padres del ciberpunk literario. Publicada en 1984, ganó premios de prestigio como el Hugo, el Nébula o el Philip K. Dick.
Un futuro invadido por microprocesadores, en el que la información es la materia prima. Vaqueros como Henry Dorrett Case se ganan la vida hurtando información, traspasando defensas electrónicas, bloques tangibles y luminosos, como rascacielos geométricos. En este espeluznante y sombrío futuro la mayor parte del este de Norteamérica es una única y gigantesca ciudad, casi toda Europa un vertedero atómico y Japón una jungla de neón, corruptora y brillante, donde una persona es la suma de sus vicios.
5.- American Gods, de Neil Gaiman
Tal vez sorprenda este quinto puesto para un autor no tan asociado a la literatura de ciencia ficción, y más al guion de cómic. Pero es que esta novela publicada en 2001 ganó el Bram Stoker, el Locus, el Hugo, el Nébula y el Bob Morane.
Dioses antiguos, héroes mitológicos y figuras legendarias se dan cita en la obra narrativa más importante del extraordinario Neil Gaiman.
Días antes de salir de prisión, la mujer de Sombra, Laura, muere en un misterioso accidente de coche. Aturdido por el dolor, emprende el regreso a casa. En el avión, se encontrará con el enigmático señor Miércoles, que dice ser un refugiado de una guerra antigua, un dios y también el rey de América.
6.- El sindicato de policía Yiddish de Michael Chabon
¿Una ciudad yiddish en Alaska como escenario de una intensa historia de detectives? ¿Por qué no?
El sindicato de policía yiddish imagina una historia alternativa en la que, durante más de sesenta años, los judíos refugiados y sus descendientes han vivido tranquilamente en el distrito federal de Sitka, un espacio temporal dependiente de Estados Unidos, en Alaska, en el que los judíos han residido en paz. Sin embargo, el sueño de «un hogar para los judíos» parece llegar a su final, y una vez más la Historia los arrastra a un destino incierto.
El asesinato de un carismático miembro de la comunidad judía servirá para poner de manifiesto las poderosas fuerzas ocultas que manejan los habitantes de Sitka, así como la capacidad analítica del fabuloso detective Meyer Landsman.
Rabinos que se convierten al crimen, delincuentes que creen en Dios y el detective de homicidios Meyer Landsman, que solo cree en su botella…