Elinor Cleghorn enfermó hace diez años. Después de linor Cleghorn mucho tiempo escuchando que sus síntomas eran desde psicosomáticos hasta un posible embarazo, le diagnosticaron una enfermedad autoinmune. Mientras aprendía a convivir con su impredecible enfermedad, recurrió a la historia en busca de respuestas, y lo que encontró fue un indignante legado de sufrimiento, mistificación y diagnósticos erróneos. En Enfermas, Elinor Cleghorn repasa la increíble historia de cómo la medicina ha defraudado a las mujeres al tratar sus cuerpos como algo ajeno y diferente, a menudo con unas consecuencias nefastas. El resultado es una investigación contrastada y rompedora sobre la relación entre la mujer y la práctica de la medicina, desde la idea del «útero errante» de la antigua Grecia y el advenimiento de la histeria como cajón de sastre para todo trastorno difícil de diagnosticar, hasta las primeras incursiones en el estudio de las enfermedades autoinmunes y los cambios en el conocimiento sobre las hormonas, la menstruación, la menopausia y afecciones como la endometriosis. |
Repleto de estudios de casos de mujeres que han sufrido, se han enfrentado a la ortodoxia médica y la han reescrito, este libro ofrece un análisis revolucionario sobre la relación entre las mujeres, las enfermedades y la medicina. Cleghorn se adentra en estos casos como un homenaje a las mujeres que sufrieron para que la medicina avanzara, y demuestra lo normalizada que está la enfermedad en la sociedad y la cultura, donde hace mucho que a las mujeres no se les da el crédito que merecen como testigos de sus propias experiencias corporales y de su dolor. |
«La diferencia entre los géneros está firmemente hilvanada en el tejido de la condición humana, y la medicina, en todos los episodios de su dilatada historia, ha absorbido e impuesto divisiones de género de construcción social. Tradicionalmente, estas divisiones han atribuido el poder y la dominación a los hombres; históricamente, las mujeres han quedado relegadas en todo aquello que atañe a la política, a la riqueza y a la educación. Por su parte, la medicina científica actual, a raíz de su evolución a lo largo de los siglos como profesión, institución y disciplina, ha prosperado en unas condiciones idénticas. La dominación masculina —y con ella la superioridad del cuerpo masculino— quedó incrustada en los propios cimientos de la medicina, levantados ya en la antigua Grecia».
pp. 13-14
«Las mujeres somos los pacientes predominantes de enfermedades crónicas cuyo primer síntoma es el dolor, pero antes de que nuestro dolor se considere un síntoma de una posible enfermedad, primero debe ser validado —y creído— por un profesional médico. Esta aura omnipresente de desconfianza ante la descripción del dolor de las mujeres ha formado parte de la conducta médica durante siglos. La idea histórica —e histérica— de que el exceso de emociones de las mujeres influye profundamente en sus cuerpos, y viceversa, está impresa como un negativo fotográfico por debajo de la imagen que hoy se tiene de la paciente hipocondríaca sedienta de atención».
p. 16
«Históricamente, las enfermedades de las mujeres —especialmente las que se presentan de formas distintas y con más frecuencia entre las mujeres negras y de otras etnias diversas— jamás fueron prioritarias. Como consecuencia, existe una profunda brecha racial y de género en el conocimiento médico y clínico. Desde la exclusión de las mujeres de incontables ensayos y estudios clínicos y de observación —hasta fechas tan recientes como los años noventa— hasta la falta de estudios acerca de las diferencias de manifestación de cardiopatías, algunos cánceres y el sida/VIH en los cuerpos femeninos, estamos ante décadas de avances médicos que no han tenido en cuenta a las mujeres. Y a medida que los índices de enfermedades difíciles de diagnosticar e incurables aumentan en todo el mundo, urge corregir esta cultura del abandono».
ELINOR CLEGHORN Repleto de estudios de casos de mujeres que han sufrido, se han enfrentado a la ortodoxia médica y la han reescrito, este libro ofrece un análisis revolucionario sobre la relación entre las mujeres, las enfermedades y la medicina. Cleghorn se adentra en estos casos como un homenaje a las mujeres que sufrieron para que la medicina avanzara, y demuestra lo normalizada que está la enfermedad en la sociedad y la cultura, donde hace mucho que a las mujeres no se les da el crédito que merecen como testigos de sus propias experiencias corporales y de su dolor.© Lara Downie |
SUMARIO |
Introducción PRIMERA PARTE: DESDE LA ANTIGUA GRECIA HASTA EL SIGLO XIX 1. Úteros errantes2. Poseídas y corruptoras3. Bajo la piel4. De los nervios5. Sentir dolor6. Placeres contagiosos7. La locura del sangrado8. Descanso y resistencia SEGUNDA PARTE: DESDE FINALES DEL SIGLO XIX HASTA LA DÉCADA DE 1940 9. Sufragio y represión 10. Los anticonceptivos 11. La mujer radiante 12. Levantar la maldición 13. Obedientes y disciplinadas 14. Controlar y castigar TERCERA PARTE: DESDE 1945 HASTA HOY 15. Salud pública, dolor privado 16. Las amiguitas de mamá17. Nuestros cuerpos, nuestras vidas 18. Autoinmune Conclusiones. Creednos Agradecimientos Bibliografía seleccionada y lecturas recomendadas Notas Índice onomástico y de materias |