Julián López es más conocido por su faceta de cómico y actor. Más que célebre por sus apariciones en programas de humor como “La hora chanante”, “Muchachada Nui” o “Museo Coconut”, así como su participación en distintos espacios en “Paramunt Comedy” y consagrado como actor en varias películas y series. Lo que no todo el mundo sabe es que es un gran trompista y melómano, como sus propios estudios en Magisterio en Educación Musical avalan. En esta faceta fundó el quinteto ManchaBrass, y es colaborador de diversos grupos españoles como Deluxe, Marlango o Café Quijano, por nombrar a unos pocos.
Hombre inquieto, se marcó un nuevo reto, escribir una novela en la que recogiera su pasión por la música en general y por el grupo Queen, en particular, por el que siente gran admiración, como su protagonista desde que oyó en la radio “The show must go on” que pincharon para dar la triste noticia del fallecimiento de Freddie Mercury.
Cumplió su reto y el resultado es “Planetario”, libro editado por Suma de letras. Se trata de una novela con tintes autobiográficos, donde el joven J repasa su vida desde la preadolescencia hasta convertirse en un joven universitario. Con la música como columna vertebral de la novela, J nos va narrando desde el inocente punto de vista del joven que los protagoniza; como transcurría la vida en un pueblo de La Mancha, que lento pero constante se va encaminando a lo que en el futuro será parte de esa denominada “España vacía”; como era la vida de la gente sencilla que lo rodeaba, su familia, vecinos y amigos, haciendo que la afición de los suyos por la música cale en él profundamente, amenizando la narración por las sensaciones que le transmitía la música clásica en un principio, y de cómo fue enriqueciendo ese mundo musical a la vez que iba descubriendo distintos estilos y grupos que seguirían marcando su aprendizaje y descubrimiento tanto de la vida como de sí mismo.
Un viaje nostálgico a los recuerdos de la niñez, cuyo medio es la música, en concreto la de Queen, donde casi todos los capítulos que dividen esta historia llevan el nombre de una canción del emblemático grupo. Una historia que emana ternura, y nos hace partícipes de esa nostalgia en la forma tan apasionada que tiene Julián López de hacernos llegar esos pasajes que iban irremediablemente calando y marcando la personalidad de ese niño, pero todo visto a través de la inocencia que irradia la mirada de un chico sencillo e inocente carente de maldad, y que ama tanto la música que es capaz de imaginar que su vida es un musical de esos antiguos que ponen en la tele algunos sábados por la tarde y que tanto gustan a Abuelo y a Abuela.
Escrita de una manera sencilla y emotiva, nos vamos enamorando del pueblo de J y de sus gentes; despierta nuestra curiosidad, y nos lleva a descubrir esa música clásica de la que nuestro protagonista es tan apasionado, que siempre le acompaña a través de su walkman y auriculares. Nos dará ganas de desempolvar nuestro discos de Queen, y conseguirá que oigamos sus canciones, mil veces escuchadas con anterioridad, con oídos nuevos, a través de los de J, provocando que disfrutemos aún más de ellas al descubrirnos nuevos matices, al menos para mí, no captados antes de leer esta tierna novela.
Una fusión perfecta entre literatura y música. Una lectura que nos retraerá a nuestra propia niñez en un bello ejercicio nostálgico, y que enamorará al amante de la lectura, pero sobre todo al de la música. Después de todo, el sonido despierta en nosotros los recuerdos, y la música que amamos, los más felices.