En los noventa, Ortiz de Gondra abandonó el País Vasco para emigrar a Nueva York y construir una vida alejada del odio y la incomprensión.
Inesperadamente, años más tarde tuvo que volver al gran caserón familiar siendo el único heredero de una estirpe venida a menos. ¿Podemos realmente huir de los secretos y las violencias intrafamiliares?
“Nunca serás un verdadero Gondra” es para las ovejas negras de la familia, los que no pierden la fe de crear su propio destino y los que buscan lecturas estremecedoras. Si esto resuena con vosotros, deberíais daros el capricho de un autoregalo estas Navidades, no nos chivaremos.
Ya lo recomendó la gran #AlmudenaGrandes y deberíais hacerle caso: «La he leído casi sin aliento, aplastada por la desolación que impregna unas páginas cuyo contenido argumental ya conocía en gran parte. Y nunca me había pasado nada parecido».