El deslumbrante regreso de LEDICIA COSTAS

LEDICIA COSTAS presenta su novela GOLPES DE LUZ

Después del éxito de Infamia, la escritora gallega muestra su gran talento narrativo con una novela tierna y salvaje.

Una vida compartida por tres generaciones de una familia en el rural gallego. Tres voces, la de la abuela, la madre y el niño, narrando y viviendo esta historia repleta de humor y ternura.  Hasta que los golpes del narcotráfico tan presente en la Galicia de los años 90 irrumpen salvajemente en sus vidas.Ledicia Costas, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, muestra de nuevo su gran talento creativo tras el  gran éxito de Infamia, libro que lleva más de dos años en lo más alto de las listas de ventas en Galicia. Con una consolidada trayectoria en la literatura infantil y juvenil, autora de varios bestsellers, Ledicia regresa de nuevo al universo adulto con Golpes de Luz, una novela donde los monstruos de la infancia cobran vida a través de los secretos familiares. Su habilidad para captar la sensibilidad infantil irrumpe con fuerza en este libro a través de la voz de Sebas, un niño de diez años que es uno de los grandes protagonistas de esta historia.

«—Tu abuela es Thor —sentenció David—. Martillo, relámpagos y truenos. Está clarísimo.—Querrás decir Thora —quise corregirlo.—Nada de Thora. Thor —insistió, manteniéndose firme—. Quien porta el martillo es Thor. El Mjölnir decide quién es digno de portarlo. Y tanto puede ser un hombre, como una rana, un extraterrestre o tu abuela»

NOTA DE LA AUTORA
Ledicia Costa
Ledicia Costas (c) Susana Estévez_web.jpg 
«Tengo la sensación de que la infancia tiene menos presencia en la literatura para adultos de la que merecen. En realidad, Golpes de luz es una puerta abierta a un universo infantil que cobra mayor fuerza gracias a la presencia de la abuela Luz. Cuando haces que ese mundo mágico que protagonizan los niños entre en contacto con la crudeza del día a día, con el dolor de una separación, de la pérdida o de un drama como el narcotráfico, estás tocando unas teclas delicadas.Mi intención era construir una novela donde lo mágico se fundiese con lo indecente, con lo inmoral, sin renunciar a la inocencia. Y ahí es donde entra en juego el humor, que es el catalizador de esta novela. Necesitaba escribir una historia llena de luz. Creo que estamos viviendo un momento social en el que la gente necesita reírse, disfrutar, descansar del drama, aunque el drama siga ahí, al otro lado.»