El Premio Planeta de esta 70ª edición, primera con un millón de euros para el ganador, ha acabado con uno de los secretos mejor guardados de la literatura española reciente, el seudónimo de Carmen Mola, tras el que se ocultaban la santa trinidad de guionistas Jorge Díaz, Antonio Mercero y Agustín Martínez.
La 70ª edición del galardón que vuelve a pescar un autor de Penguin Random House. Paloma Sánchez-Garnica logra los 200.000 euros como finalista por ‘Últimos días en Berlín’.
Después de haber recibido el premio de manos de los reyes de España, Jorge Díaz ha explicado que “La bestia” es una “novela peculiar” y que detrás del nombre de Carmen Mola no hay una profesora de instituto, como habían dicho, sino “tres escritores, guionistas, amigos”, que hace cuatro años tuvieron la locura de unir su talento, “mucho o poco”, para construir una historia juntos, y eso se convirtió en varias historias que les han traído hasta aquí.
Con formación de guionistas -están detrás de series como “Hospital central”- e incipientes carreras como escritores, los tres mantuvieron la mentira durante casi cuatro años, como ha señalado en la rueda de prensa Díaz, que ha bromeado con la posibilidad de haber perdido amigos en el proceso.
“Para mí el anonimato era algo muy cómodo pero también tenía algo de secreto abrasador”, ha reconocido Mercero, que además se encarga de adaptar para una serie de televisión las aventuras de la detective Elena Blanco que han hecho famosa a Carmen Mola.
Antonio Mercero ha explicado que la novela por la que han ganado el Planeta y por la que finalmente han descubierto su identidad, “La bestia”, está “ambientada en el Madrid de 1834, en el que había una epidemia de cólera que azotaba la ciudad, y había restricciones muy similares como las de hace poco tiempo”.
Además, el Madrid de esta novela, ha añadido Mercero, también estaba azotada por una guerra carlista y por unos crímenes que no son reales, pero que son del gusto de Carmen Mola, “historias con crímenes un poco macabros”.
Ha confesado Mercero que les apetecía probar ese “híbrido de novela histórica y de thriller ambientado en una ciudad de ambiente opresivo”.
El tercer integrante del trío de autores, Agustín Martínez, ha precisado que en “La bestia” el lector asiste a “la historia de Lucía, una adolescente huérfana que busca a su hermana desaparecida.
Página tras página se desvelan, según Martínez, “muertes, conspiraciones de café y lucha de clases”.
Jorge Díaz ha señalado: “El personaje principal de la novela es la ciudad de Madrid, la que compartimos los tres, muy distinto del actual, que es sucio, con barro, sin aceras, con la basura por las calles”.
En ese Madrid, recuerda, todavía existía la cerca que cerraba la ciudad y que con la epidemia de cólera se encerró aún más, con entierros de menos de diez personas, grupos de menos de seis, confinamiento de las personas con síntomas, características que se asemejan a las vividas en la pandemia actual.
Concretando en la historia de ficción que encierra “La bestia”, Mercero ha apuntado que “el hilo principal de la novela es la búsqueda por parte de una huérfana, Lucía, de su hermana Clara en ese Madrid polvoriento cercado por la guerra carlista y el cólera, que ha sido secuestrada por un asesino de niñas”.
Por tanto, resume, se trata de “una historia de superación y búsqueda” que los autores quieren pensar que tiene “un aire dickensiano”.
A juicio de Agustín Martínez, “la novela termina siendo un espejo deformado de nuestra realidad, en la que las resonancias de 1834 y lo vivido reciente con la pandemia resultan sorprendentemente parecidos”.
La finalista del Planeta, Sánchez-Garnica, ha expresado su alegría por un premio tras una época en la que mucha gente se ha quedado en el camino “en esta sociedad que creíamos tan segura”.
Por eso, ha agregado, “hay que celebrar cada instante que la vida nos brinda”, como ser finalista del Planeta con una obra presentada con el seudónimo de Yuri Zhivago, un homenaje a la novela y a su autor, Boris Pasternak, “que sufrió los malos tiempos de una época”.
Y su obra habla de los totalitarismos que transformaron Europa, con el ascenso del nazismo, que provocó el horror de la Segunda Guerra Mundial. Y de cómo afectan a la vida cotidiana en una historia “de amor y de amistad” que ha escrito “con toda la pasión y emoción” de la que se ve capaz. Jose Oliva/Carmen Naranjo
EFE