Nancy de Bruno Lloret

“Un retrato de la supervivencia que avanza hacia un realismo nuevo, inesperado, disidente” (Alejandro Zambra).

El lunes 30 de septiembre estará ya en las librerías la primera novedad de Candaya del nuevo curso literario: Nancy del escritor chileno Bruno Lloret, finalista en 2014 del prestigioso Premio de Narrativa Roberto Bolaño.

Nancy es una novela sobre la periferia y la vida en los márgenes, una vida, a menudo, lastrada por la violencia, la miseria y la superstición. Nancy, la protagonista de esta singular y comprometida novela, habita ese espacio de la desolación que es el norte de Chile, un desierto por donde deambulan mineros, gitanos y mormones. Y será a través de su relato que recorremos esa geografía espectral de brumoso aire rulfiano: condenada por un cáncer terminal antes de cumplir 40 años, Nancy rememora, desde su delirio, algunos estremecedores episodios de su pasado. 

Bruno Lloret nos invita a una hipnótica navegación, guiada por las X, que son mucho más que un atrevimiento experimental: señalan la radiografía de una muerte anunciada, las cicatrices que la enfermedad y la desgracia han dejado en su protagonista.

8 razones que para leer Nancy

1.      Nancy es la primera novela de Bruno Lloret, finalista, en 2014, del prestigioso Premio de Narrativa Roberto Bolaño. Nancy es una novela sobre la periferia y la vida en los márgenes, una vida, a menudo, lastrada por la violencia, la miseria y la superstición. Relato de algunas vidas excéntricas y golpeadas, esta novela ofrece la visión de un país, Chile, lejos de las grandes capitales, donde la naturaleza –una naturaleza agreste y lesionada– crea una fuerte identidad en los seres que la habitan, persiguiéndoles allí donde van. Nancy se encuadraría en esa potente tendencia actual, que tanto ha interesado a muchos lectores, por contar el mundo desde lo periférico y lo rural (en la que se encuadrarían autores como Sara Mesa, Jesús Carrasco, Andrea Abreu o Irene Solà) y que tanto se ha destacado también en la 2ª selección Granta.

2.      Nancy es un recorrido, muy justificado narrativamente y en absoluto panfletario, por las cruentas formas de explotación laboral que adopta el capitalismo más allá del llamado primer mundo: las pesqueras japonesas en altamar, las industrias cárnicas, la minería, las centrales energéticas… Tal vez por eso son tan perturbadoras las escenas de Nancy que muestran todas esas perversidades del sistema que con tanta furia golpean a los personajes: las duras condiciones de trabajo y los sueldos míseros, los accidentes laborales, el desempleo, la contaminación y las huellas y deformaciones que provoca en los cuerpos; los colapsos ecológicos, los pueblos abandonados. 

3.      Nancy es también una honda reflexión sobre las relaciones entre la pobreza, la religión y la soledad. El peso del mundo cristiano-mormón en una sociedad casi aislada y severamente golpeada por la miseria se ofrece como una suerte de promesa de salvación que termina por convertirse en servidumbre y enajenación. Este libro es también una crítica hacia la forma en que determinados fundamentalismos logran erigirse como muros que nos alejan incluso de aquellos que nos son más próximos, imponiendo máscaras que ocultan pero no palian los sufrimientos más intensos.

4.      Y hay todavía otras plagas contemporáneas que Nancy registra son: las agresiones sexuales y los feminicidios, la pornografía y prostitución infantil, la violencia barrial ligada al narcotráfico, la tragedia de los desaparecidos, las migraciones y los tránsitos clandestinos… Todo ello sucediéndose, con asombrosa naturalidad, en una novela de solo 140 páginas, gracias a la capacidad de Bruno Lloret para reducir el relato a los huesos, a lo sobrecogedoramente esencial y escueto. 

5.      La capacidad de seducción de esta novela, que imanta poderosamente a los lectores, reside sobre todo en la fuerza de Nancy, su protagonista, en su singular manera de enfrentarse a las adversidades que la golpean desde la infancia: la familia (la locura y violencia de la madre, el hundimiento y fanatismo del padre, la desaparición del hermano); los abusos de los hombres y el abandono de un marido embrutecido por el trabajo y el alcohol, que muere tempranamente en el mar (“Se lo tragó la procesadora de atún”); la miseria y el hambre; la enfermedad (las radiografías, la quimioterapia, las náuseas, las metástasis, las amputaciones, el dolor, la morfina…); la cercanía de la muerte, de una muerte antes de tiempo… 

6.      Nancy se encuadra, por otra parte, en la larga tradición de las bildungromans o novelas de iniciación: todo en la experiencia de Nancy es descubrimiento, novedad, asombro… El lector la acompaña en la constante sorpresa de las primeras veces, en sus ritos de paso y descubrimientos, en sus miedos y en sus momentos felices, en sus aprendizajes (a veces dolorosos, como el aprendizaje de la soledad), en sus sucesivos intentos de escapada (al patio, a la playa, a otro país, a los sueños, hacia dentro…). El lector irá descubriendo como se forma la singular personalidad de esta extraña heroína que recorre desiertos, playas y ciudades, conoce cuerpos, proyectos y sueños, y comparte sus ilusiones por un futuro mejor que no parece llegar nunca.

7.      Atravesada por una inmensa cantidad de cruces, la historia de Nancy se refleja también en las cruces que atraviesan el libro: un recurso que el autor utiliza para simbolizar esos desiertos llenos de muerte, para encarnar la locura, o para simbolizar las suturas del cuerpo herido de Nancy tras las cirugías. El libro es también un muestrario de cicatrices, y en sus páginas leemos el mapa que las dibujan..

8.      Con una prosa de marcada pulsión poética (en la que abundan los símbolos, las enumeraciones, las anáforas o las elipsis), una gran potencia rítmica y un lenguaje oral que se aproxima al delirio, Bruno Lloret propone una experiencia de lectura notablemente corpórea, que hace transitar a los lectores por espacios salvajes, playas contaminadas, pueblos que desaparecen o desiertos sembrados de cruces, y contagiándoles de las mismas emociones que sienten los personajes (el dolor, la tristeza, el abatimiento, la culpa, el miedo, la fascinación, la sorpresa…).

EL AUTOR: BRUNO LLORET

Bruno Lloret (Santiago de Chile 1990). Ha escrito las novelas Nancy (Finalista del Premio Roberto Bolaño 2014, Candaya 2021), Leña (2018), y ha sido antologado en Cuentos para David Bowie (2015) y Degenerados (2018).

LO QUE LA CRÍTICA HA DICHO DE LA OBRA DE BRUNO LLORET:

“Inventario de abandonos y abusos, inevitable diario de muerte, y de rodaje, diatriba contra la domesticada pasión religiosa, esta extraordinaria novela trasciende ampliamente la denuncia y el ejercicio de estilo y avanza hacia un realismo nuevo, inesperado, disidente” Alejandro Zambra. 

“Lloret quiere a su personaje, con todos los vericuetos y zonas oscuras de su espiritualidad, con toda la precariedad contradictoria de su fe, y logra que también uno la quiera.” Denisse de La Parra. 

“Lloret, un narrador jovencísimo, entiende mejor que muchos de sus mayores la dimensión trágica de la existencia humana y, como un Fitzgerald, en lugar de culpar a la sociedad entera por la vida de Nancy –y vaya si es culpable– se concentra en su protagonista, dotándola de una fuerza y una lucidez envidiables.” Tal Pinto, The Clinic.

Nancy es cruda, seca: un guamazo que tumba los dientes y quita el aire. Como si eso fuese posible. Es posible. Nancy es un gancho a la mandíbula y un rodillazo en el tórax. Todo al mismo tiempo. Es una historia de dolor, incomprensión, juventud y migración. El dolor ante la migración. La migración, también, obligada: noche y día en desvencijadas camionetas que cruzan la frontera por el desierto. Estamos llegando. Nunca llegamos, pero siempre estamos llegando.” Revista Purgante, Andrés Araujo. 

“Una novela templada, oscura y profunda sobre una vida mínima, alguna vez entusiasta, movediza, y hoy entregada a la incredulidad y el dolor.” Patricia Espinosa, Las Últimas Noticias

“La primera novela de Bruno Lloret, autor nacido en 1990, viene a reforzar una tendencia que, en el último tiempo, se ha hecho particularmente notoria: la mejor narrativa chilena la están escribiendo hoy en día los jóvenes, desplazando así a un par de generaciones de escritores que, excepciones aparte, nunca brillaron demasiado y sólo se mantuvieron vigentes gracias a la persistencia, atributo que, por supuesto, no tiene nada que ver con el talento, la inteligencia o la originalidad a la hora de sentarse a escribir. Nancy, la obra aludida, rebosa estas tres cualidades fundamentales, y tampoco se queda corta en otras que resultan admirables, como la sofisticación, la audacia experimentalista, o cierto humor desinhibido y, a ratos, macabro.” Juan Manuel Vial, La Tercera.

“La novela de Bruno Lloret, es un poema de la desolación, de la miseria, de esos lugares —físicos, geográficos y no— en donde la violencia ha sentado sus reales.” Irma Gallo

Nancy es una lectura única que merece la atención de cualquier lector atento. Sus descripciones son ricas, sus emociones conmovedoras y su simbolismo profundo” Daniel S. de Castro 

“Nancy, la novela con la que el chileno ganó el premio Roberto Bolaño en 2014, es un lugar oscuro, de personajes vagabundos, salvajes y fantasmales abandonados a una suerte que, dicho sea de paso, ni siquiera es una suerte sino una circunstancia, pues en ese Chile insinuado parece que las reglas funcionan al revés y que los dolores y las desgracias tienen la carta abierta para presentarse a voluntad en la vida de los personajes.” Rober Díaz.