Sergio Bizzio es un prolífico autor argentino que ha escrito varias novelas, la más conocida es “Rabia”, que obtuvo el Premio Internacional de la Novela de la Diversidad. Aparte ha escrito guiones, cuentos, obras de teatro… Algunas de estas obras se han adaptado para el cine. Quien conoce su obra sabe que tiene un estilo muy característico y particular.
En esta brevísima obra compuesta por tres cuentos, Bizzio nos cuenta las vicisitudes de tres marcianos; cada uno protagonista de su cuento en relatos de ciencia ficción de lo más atípica. Marcianos nada belicosos que más bien parecen enfrentarse a sus situaciones de forma insidiosa para con ellos mismos.
En el primero de los cuentos, “El monte volador”, vemos como un habitante de la pampa pasea con una muchacha a la que pretende y a la que muestra, de la forma más natural, un monte que en realidad dice ser un platillo volante, donde sus tripulantes lo han invitado a pasar la tarde. Estos marcianos, más interesados que en las visitas de cortesía se centran en buscar unas gotas de sangre del tipo que permita a su nave llevarlos de regreso a su planeta. En este cuento quizás sea donde el humor sea más socarrón, y donde alguno de sus pasajes me arrancaron más de una risa. En un giro lo que termina destacando es el ego disimulado de uno de los protagonistas, dejando la aventura de los vecinos espaciales como algo más anecdótico y trascendental.
En el cuento “La propiedad”, unos pueblerinos rústicos, por una módica cantidad, te permiten pasar a solas a una habitación, en la complicidad de la noche, donde un ser de otro planeta permanece postrado en una cama, y al que podemos observar durante diez minutos. Hecho que causa gran impresión a quien asiste al encuentro de dicha criatura. Desembocando el relato en una conversación sobre una estantería donde su dueño siempre pierde su libro. Se podría comprender como otro cuento en sí mismo, una perla dentro de la ostra que es este segundo relato. Todo ello recuerda al Bizzio más auténtico, con sus metáforas tan trabajadas.
El tercer cuento, titulado “El regreso”, nos narra como el marciano es el astronauta que retorna a su hogar después de haber acabado su misión en el planeta rojo, pero que a su vuelta no reconoce a su esposa como la mujer que dejó, se trata de otra persona, pero parece que él es el único que se percata de ello. Aquí el autor se ha basado en un relato homónimo del escritor italiano Giovanni Papini, donde su viajero de donde vuelve es de Bohemia, encontrando todo igual a su vuelta, excepto a su amada. Aquí la metáfora queda más patente, donde podríamos decir que retrata de nuevo el regreso del héroe, donde es él el que ha cambiado, y no halla ese hogar que quizás idealizaba en su ausencia.
Lo bueno de los cuentos de Sergio Bizzio es la multitud de interpretaciones que tienen, tantas como lectores los disfruten. Porque ahí reside el éxito de este autor, que con su prosa poética nos traslada más allá, trascendiendo las palabras, llevándonos a reflexiones e ideas traspasando lo cotidiano.
Esta obra tan breve —consta tan solo de 82 páginas que se leen tranquilamente en una tarde— es perfecta para un primer contacto con este autor tan singular para quien no lo conozca aún, y para los que si han tenido el placer de disfrutar de su trabajo, degustarlo de nuevo en forma de aperitivo.