Cielo interminable, de Kate Atkinson

Es cierto que la novela policíaca ha experimentado un aumento entre los lectores. Con un boom de buenos autores del género como pueden ser Camilla Läckberg, Pierre Lemaitre, John Conolly, Stig Larsson, por nombrar unos pocos; incluso en España tenemos a los grandes del género como son Benito Olmo, Dolores Redondo, Leonardo Padura, y un largo etcétera. Es por ello que las editoriales se han lanzado a la caza del ávido lector de novela negra, cosa que también puede ir en detrimento por la cantidad de publicaciones de historias manidas, predecibles o repletas de clichés poblados de personajes arquetípicos y planos. Kate Atkinson es un valor seguro. Avalada con una larga trayectoria en el arte de escribir, con multitud de premios que lo acreditan, entre ellos la Orden del Imperio Británico por su contribución a la literatura.

Cielo interminable” es el muy esperado regreso del detective privado Jackson Brodie. Y digo “muy” porque para esta quinta novela protagonizada por el simpático ex policía, Kate Atkinson se ha tomado su tiempo. En sus primeras cuatro aventuras hubo un par de años de espera entre libro y libro, pero para que llegara este hemos tenido que aguardar la friolera de nueve años. Es verdad que entre novela y novela de la saga ha estado escribiendo otros libros, pero a quien conoce a su protagonista, es una alegría reencontrarse de nuevo con él. En 2011 se realizó una serie británica basada en sus libros, donde al detective privado lo encarnaba Jason Isaac.

En este tan anhelado encuentro, Jackson Brodie se ha mudado a un tranquilo pueblo costero en North Yorkshire, con la compañía ocasional de su hijo adolescente Nathan, y su viejo labrador Dido, a discreción de su expareja Julia.

Con un trabajo que parece sencillo, recopilar pruebas de una infidelidad, tropieza con un individuo que parece querer arrojarse desde un acantilado, dará lugar a una red de lo más siniestra conduciéndolo a alguien de su pasado.

Quiero dejar muy claro al posible lector, que a pesar de ser una quinta entrega, no hay porqué haberse leído las anteriores aventuras de Brodie, ya que quitando alguna sutil alusión a antecesoras novelas, no entorpece la lectura de este, y puede comprenderse a la perfección como si no se tratara de una saga.

Lo que engancha de su protagonista es que no encarna al típico detective cínico que viene de vuelta de todo, al contrario, a pesar de ser un hombre no muy proclive al éxito amoroso se toma su vida de forma optimista, dotando la autora a su personaje con una traza de humor socarrón que nos sacará más de una sonrisa. A su vez está arropado por un elenco de personajes muy bien trabajados, mejor de los que nos tiene acostumbrado el género, en particular los personajes femeninos son tratados de forma inteligente, donde no necesitan ser rescatadas por el héroe, ya que cada una de ellas es una heroína a su manera. Unos personajes tan humanos que más de uno, incluido su protagonista, se plantean más de una vez qué le diría cierta persona de su entorno referente a lo que hace o dice en ese momento, como nos sorprendemos haciendo nosotros mismos en más de una ocasión. Otra baza a favor de su autora es no acudir a detalles escabrosos, demostrando que para narrar una historia de género negro no es necesario recrearse en la violencia gratuita ni en la casquería, pese a que los actos a los que es capaz el ser humano le quiten las ganas de comer a cualquiera.

A pesar de que la carga protagonista la soporte el detective privado Jackson Brodie, se podría decir que su reparto es casi coral, reiterando la profundidad de los personajes creados por Atkinson. Tejiendo una red de tramas que sorprende la forma en que desembocan en la historia principal, encajando magistralmente cada una como si de piezas de un puzzle gigantesco se tratara. Personalmente me gusta mucho como salta de una línea narrativa a otra mostrando el punto de vista de otro personaje dentro de la misma acción.

Un auténtico placer leer “Cielo interminable”, que a pesar de sus casi quinientas páginas, solo me llevó dos días leérmelo porque engancha desde la primera página. Así que Kate, por favor, no nos hagas esperar tanto para un nuevo reencuentro con el bueno de Jackson.