El umbral de la mentira, vuelve Elly Griffith

En Norfolk, un hallazgo arqueológico se convierte en la clave para resolver un crimen del pasado.



Cuando los obreros que están llevando a cabo las tareas de demolición de una vieja casa en Norwich descubren el esqueleto incompleto  de  un  niño,  la  arqueóloga  forense  Ruth  Galloway intenta esclarecer su procedencia. ¿Se trata de un sacrificio ritual llevado a cabo por nuestros ancestros o de la víctima de un asesinato? Ruth intentará averiguarlo junto al detective Harry Nelson.

La casa fue un orfanato en la década de 1970, y el sacerdote que lo dirigía aporta nuevas pistas al recordar la desaparición de dos hermanos, un niño y una niña, a los que nunca encontraron. La curiosidad de Ruth aumenta y ni siquiera las molestias de su embarazo impedirán que se implique en el caso. Sin embargo, pronto se dará cuenta de que alguien está dispuesto a darle un susto de muerte. Elly Griffiths nació en Londres y trabajó en el mundo editorial durante varios años. Decidió dedicarse a la escritura cuando su esposo comenzó a estudiar Arqueología. Para su exitosa serie, con la arqueóloga Ruth Galloway como protagonista,  también contó con la inspiración de su tía, que le contaba leyendas y mitos de Norfolk. Los ecos del pantano, la primera novela de la serie, se ha publicado con gran éxito en nuestro país.

Autora ganadora del Premio CWA Dagger in the Library, otorgado por la asociación de autores de novela negra de Reino Unido, que premia la trayectoria de un autor cuyos libros son muy populares entre los usuarios de las bibliotecas.  El día que Ruth salió de entre la nieblaLa idea para la serie de Ruth Galloway se me ocurrió mientras paseaba por la marisma de Titchwell, en la costa norte de Norfolk, con mi marido, Andy. Titchwell es un lugar hermoso, aunque también desolado. Una marisma plana que desemboca en el mar en la que solo viven aves, cientos de ellas, pero no personas. Andy, que es arqueólogo, me comentó que en la prehistoria la gente pensaba que aquella marisma era un lugar sagrado. Al no ser tierra ni tampoco mar, sino algo que está en medio, lo veían como un puente a la otra vida. No es tierra ni tampoco mar, no es vida ni tampoco muerte. Es una zona liminar, un lugar intermedio. por eso se encuentran cuerpos enterrados en esa zona, los llamados cuerpos del pantano, y a veces también se hallan antiguas estructuras de madera que se conocen como los guardianes del pantano. Marcan el límite entre los vivos y los muertos. Las marismas señalan el límite entre la vida y la muerte. Adéntrate en sus turbias aguas de la mano de la arqueóloga forense Ruth Galloway

Cuando no está desenterrando huesos u objetos que pertenecieron a nuestros antepasados, la profesora de Arqueología Forense Ruth Galloway vive en solitaria armonía con sus dos gatos en una casita situada junto a una marisma en el condado de Norfolk. Cuando la policía encuentra unos huesos en una playa de la zona, el inspector Harry Nelson recurre a Ruth para que lo ayude, convencido de que se trata de los restos de una niña desaparecida diez años atrás. Tanto Ruth como Harry están a punto de descubrir que la marisma, un lugar sagrado que para el hombre de la Edad del Hierro señalaba el límite entre la tierra y el mar, y entre la vida y la muerte, esconde muchos secretos.Empieza a leer El umbral de la mentira