La poesía es una constante en mi vida. Parte de lo que soy, esa esencia más pura, se la debo, sin duda, a todos los poetas que me acompañaron y me acompañarán en mis lecturas. Si bien es cierto que hace tiempo no reseño un poemario, no pasa un día sin que, de una u otra forma, la poesía me acompañe. No concibo la existencia sin poesía, por muy cursi que pueda sonar esto. Así, me complace mucho reseñar poemarios que caen mis manos, como es el caso de Un amanecer de ruiseñores, el nuevo libro del tinerfeño Ulises Febles.
Lo que me gusta de la poesía es que me permite descubrir nuevas voces de la forma más pura posible y acercarme a nuevos poetas con los sentidos bien abiertos, intentando extraer toda la esencia de sus versos mientras me dejo sorprender. Ese ha sido el caso de Ulises Febles, a quien no conocía hasta que este Un amanecer de ruiseñores ha caído en mis manos.
Cuando me acerco a un nuevo poeta trato de hacerlo de la manera más sencilla: dejando que sea su voz quien me hable directamente, sin prejuicios ni intoxicaciones. Ulises Febles es uno de esos poetas con los que es fácil conectar, pues su poesía busca al lector de una manera sencilla, desde la sinceridad. Es por ello que el autor utiliza, en sus propias palabras, “el lenguaje de lo que verdaderamente somos”.
Un amanecer de ruiseñores está compuesto por más de cien poemas que tienen ese nexo común de franqueza y que tratan temas diversos pero muy conectados entre sí. Ulises Febles escribe con una poesía rimada, culta y un lenguaje muy rico sobre la espiritualidad, la naturaleza, lo terrenal y lo sagrado. La eterna preguntan de quiénes somos encuentra la respuesta en nuestro propio ser en los versos del poeta. También hay lugar para los homenajes en poemas dedicado a sus antecesores, con versos delicados y certeros:
“Está escrito en la luz de las estrellas
que del total infinito llegamos
y a ese total infinito vamos”.
Ulises Febles bebe de los clásicos y es algo que se aprecia en su forma de entregarse a la poesía. A ellos, a Rubén Darío, William Blake, Miguel Hernández o Rafael Alberti, entre otros, dedica algunos de sus poemas.
Sin duda, Un amanecer de ruiseñores es un poemario lleno de agradecimientos. También encuentra el poeta palabras para dedicar a la tierra, al mar, las aves y aquellos que vendrán:
“A las generaciones venideras,
el hijo de la Tierra, sin recelo,
ofrenda voces de expiación sinceras:
–No más daño. Solo el fijo desvelo
de evitar errores en nuevas eras.”
Entre recuerdos de la infancia, homenajes, versos de gratitud y cuestiones más espirituales Ulises Febles ha compuesto un poemario lleno de veracidad. Su estilo, como decía antes, es clásico y culto, pero al mismo tiempo consigue conectar, mediante ese lenguaje universal y sincero, con el lector. La poesía siempre une y es una delicia conectar con los versos de este autor en Un amanecer de ruiseñores, un poemario veraz y muy honesto que hará partícipes a los lectores de todo el horizonte de posibilidades que el poeta despliega entre sus páginas.