Al más profano que le preguntemos si le suena el nombre de Jimi Hendrix, nos sabrá decir que era un guitarrista de rock. Es innegable que Hendrix es una leyenda y aunque seas incapaz de nombrar una de sus canciones, todo el mundo sabe quien era.
¿Pero cómo llegó este joven que creció en la pobreza a ser la leyenda de la guitarra eléctrica?
Como si de un periodo biológico de gestación se tratara, fueron nueve los meses transcurridos para que Hendrix pasase de ser un don nadie a ser el guitarrista más influyente de la historia del rock. Cansado de ser un simple acompañante en varias bandas -entre ellas la de Little Richard- decidió dejarlo todo atrás abandonando su Seattle natal, cruzar el charco y llegar a Londres, donde la escena musical estaba en constante evolución a finales de los sesenta.
Jas Obrecht ya es un nombre conocido dentro del periodismo musical galardonado con diversos premios. Aparte de haber sido editor durante más de veinte años de la revista Guitar Player, es también autor de un puñado de libros, destacando entre ellos Talking guitar: conversations whit musicians who shaped twentieth-century american music. En “Stone Free” hace un recorrido por los nueve meses que cambiaron la historia del rock, realizando una labor de recopilación mastodóntica. No se conforma con bucear en un sin fin de entrevistas, autobiografías, declaraciones, impresiones, etc, de personas muy cercanas al guitarrista y de él mismo, sino que los ordena de forma cronológica a lo largo de ese periodo de tiempo, haciendo de la narración algo vivo que avanza dándole vida y coherencia a toda esa información recopilada. Convierte cada testimonio en piezas de un mismo puzzle, siendo la historia de esa transformación de Hendrix de un músico de sesión al guitarrista más icónico de la historia del rock.
Como el propio autor indica: “Cuando empecé a concebir Stone free mi objetivo estaba claro: crear un tipo de narrativa que haga sentir al lector que está allí, viviendo con detalle el viaje de nueve meses más extraordinario de la historia del rock. Es una narración que, cuando se expone de forma lógica y lineal, se construye con fuerza y, como un solo memorable, culmina con una nota alta.” Y vaya si lo consigue, si no existieran las innumerables acotaciones que acompañan al texto, donde acertadamente al final del libro se enumera cada una de las fuentes, pensaríamos que se trataba de una biografía al uso por esa coherencia a la hora de plasmar de forma tan conexa toda la información de tantas fuentes.
A la vez que acompañamos a Hendrix por esa evolución, Obrecht aprovecha para repasar ese periodo musical del rock primigenio pre-psicodelia. Músicos que veían la actuación de “The Jimi Hendrix Experence” como Mick Jager, Jimmi Page, Eric Clapton, Paul McCartney y al instante sabían que estaban ante un acontecimiento único que dividiría la historia del rock en un antes y un después. Fue este último el que recomendó la participación del trío en el Monterey Pop Festival, dando fin a este inicio estelar y convirtiendo a Hendrix en un profeta en su tierra.
Además de la ya de por sí interesante historia de la evolución de este artista que nos cuenta “Stone Free”, también hará las delicias a los más entendidos de la guitarra, donde Jas Obrecht no escatima en detalles a la hora de explicar cómo eran las notas que salían, no solo de los dedos de Hendrix, sino de sus dientes así como de casi toda su anatomía a la hora de arrancar notas a su Stratocaster, donde señala: Neal Moser, un reconocido luthier, que observó una incisión muy pequeña hecha con una pequeña lima en el decimosexto traste, justo al lado agudo de la cuerda de sol. Esto hacía que Jimi pudiera mover la tercera cuerda de un lado a otro de la muesca para conseguir este pequeño detalle que abría “Foxey Lady”; o como el acorde mayor con séptima dominante y novena aumentada (…) ya había aparecido en algunas canciones de rock (…) en las manos de Hendrix adquirió un toque nuevo, tanto que desde entonces se le conoce como “el acorde Hendrix”. Estos son solo dos ejemplos del sinfín de datos que podéis encontrar en esta joya de la literatura musical.
Al finalizar el libro nos invadirá una ola de nostalgia. Habremos acabado este viaje iniciado por un joven negro anónimo y culminará con la leyenda, donde inevitablemente nos haremos la triste pregunta de adónde habría llegado si no nos hubiese abandonado hace ahora cincuenta años, teniendo ese dudoso honor de pertenecer a ese triste club de los 27. Afortunadamente podemos seguir disfrutando de su música.