Como escribía hace unos días Ignacio Vidal-Folch en El Español: «Olvidarle después de leerle es imposible, y yo mismo soy la prueba viviente de que esto es así, siempre volviendo a él».
A pesar de ser más conocido en el mundo de la literatura por su obra narrativa, Max Blecher tiene también una faceta destacada como poeta que es muy poco conocida. Cuerpo transparente —primero de sus libros— contiene sólo quince poemas que anticipan y completan su universo narrativo.
Al referirse a la poesía, Blecher hablaba del valor corporal de las palabras. En su obra, éstas ya no son complejos sonoros que denominan objetos, son realidades concretas que invitan no a una lectura, sino a una visión interior de los poemas que descompone las imágenes del mundo, la luz y los colores. Cercano al movimiento surrealista, pero con una voz absolutamente personal, Blecher imagina un mundo en el que la ley de la causalidad desaparece y lo telúrico es superado por la proyección en lo astral y en el universo de las quimeras; prefiere la tentación de lo alucinante, la omnipotencia del sueño y la primacía del inconsciente.
Este volumen, además de los poemas integrantes de Cuerpo transparente, recoge también otros publicados en revistas literarias de la época e incluso algunos inéditos que no vieron la luz hasta 2014. La publicación de sus Obras completas en 2017 por la Academia Rumana ha permitido subsanar errores y omisiones de ediciones rumanas anteriores