Si tuviéramos que elegir un libro que se ha apropiado del fin de la poesía millennial tanto por forma como por contenido, no dudaríamos en decantarnos por Barriga
La “poesía millennial” es un fenómeno literario inusitado en nuestro país. Por primera vez no se habla de generación como “grupo reducido de tendencia” o “nómina seleccionada por algún antólogo”. Hablar de “generación millennial” en la poesía española es, sencillamente, hablar de “un fenómeno cultural de masas” que afecta a los jóvenes que nacieron entre 1981 y 1999.
Esta “poesía millennial” tiene características muy concretas que han significado una revolución en la forma de hacer y relacionarse con los poemas, claramente suscitadas por la revolución digital, las redes sociales, la música urbana y la descentralización editorial. Nombres como Ángela Segovia, Sara Búho, Luna Miguel, Rodrigo García Marina, Mónica Ojeda, Ángelo Néstore, María Sánchez o Juan José Ruiz Bellido entre otras muchas voces representan el resurgimiento de una poesía con nuevas señas de identidad, donde la imagen, lo queer, la deconstrucción del yo poético y el relumbrón comercial añaden elementos sobradamente seductores como para celebrar una poesía amplia, diversa y de extraordinaria calidad. Sin embargo, la generación millennial como tal ha caducado, y está siendo sucedida por los poetas emergentes que rondan hoy los veinte años y que vienen con sobrados estímulos y ganas de triunfar.
Si tuviéramos que elegir un libro que se ha apropiado del fin de la poesía millennial tanto por forma como por contenido, no dudaríamos en decantarnos por Barriga, del poeta mallorquín Marcos Augusto Lladó, en cuyos poemas podemos entender la síntesis del fin de la poesía millennial como poesía generacional. En palabras de la escritora Ruth Miguel: “Este libro condensa varios de los temas universales de la poesía, desde el Barroco hasta el siglo XXI español, los novísimos y postnovísimos, como la belleza y el paso del tiempo, o, más bien, refleja y analiza cómo el tiempo y la belleza se imbrican, se destruyen mutuamente, firman treguas, nos empujan, nos engañan y nos alojan. Es la conjunción entre lo clásico y lo actual, entre la superficie azul del agua y las canicas, entre los grandes paisajes poéticos del pasado y las ruedas chiquitas de una tabla de skate. Aquí podría establecer un paralelismo con Alejandro Simón Partal, otro de los ecos que resuenan en este libro, que también nos dice: Dios, acércame a ellos / a la que recorre el paseo con el skate / empujada por su perro y por su seguridad y algunos versos después: Acércame a los que se abandonan / a los que temen de la vida / lo que para nosotros es la vida. Y quizá en esto mismo resida una de las claves de este poemario, Barriga, y de la voz de su autor Marcos Augusto Lladó: en su libro, demuestra que se pueden tratar esos temas grandes sin grandilocuencia.”
Para conocer un poco al autor hemos tenido la oportunidad de hacerle unas preguntas rápidas que ha tenido la amabilidad de responder.
PREGUNTA: ¿Barriga ha necesitado un largo tiempo de maduración?
RESPUESTA: No sé si Barriga es un libro maduro, pero lo que sé es que no es un libro escrito por un adolescente. Es un libro que llega tarde, y lo hace tras cierto proceso de maduración o de reflexión. Barriga no es un libro de exaltación del amor adolescente. Está muy bien exaltar el amor y está muy bien ser adolescente, pero Barriga no va de eso. El tema principal del libro es el paso del tiempo. Decía Gil de Biedma que, en el fondo, el tema principal de toda la poesía es el paso del tiempo y uno mismo. No sé si es para tanto, pero en mi libro es el factor fundamental.
«Decía Gil de Biedma que, en el fondo, el tema principal de toda la poesía es el paso del tiempo»
P. Esta obsesión por llegar tarde, ¿a qué responde?
R. En realidad, es una obsesión por llegar tarde a parte alguna. Me explico. La poesía es un terreno casi inexistente. Es la única parcela de la cultura que no tiene un mercado, que no podemos calificar de industria cultural. Este tipo de terminologías quedan fuera de lo que es la poesía. Eso tiene mil partes negativas, evidentemente, pero una positiva: que nos permite marcar los tiempos de nuestro libro. Podemos vivir.
«La poesía es un terreno casi inexistente»
P. ¿Qué referentes encontramos detrás de “Barriga”?
R. No sé cuanto de mis intereses estéticos y de autores que me gustan se coló en mi forma de escribir. Supongo que es un proceso natural. Algunos autores que me gustan mucho, como Lorca, Varela o Pizzarnik, considero que no están nada presentes en el libro. La manera de desarrollar el poema, el lenguaje, el tono…tiene poco que ver con ellos. Luego, sí que veo influencias que me parecen más o menos claras. El caso de González-Iglesias (el mejor poeta actual, bajo mi punto de vista) si que me parece destacable. Cierto poso de cultura clásica -menos en mi caso que en el de JAGI- y el uso también de referentes actuales que podríamos considerar pop, junto a cierto tono contemplativo, hacen que en algunos versos descubra ecos de los versos de él. De todas maneras, cuando ves que algo es “muy a la manera de”, toca dar un paso atrás. Una suerte de paso cortito, pero firme.
«Cuando ves que algo es “muy a la manera de”, toca dar un paso atrás»
P. Entrando en un terreno personal, ¿qué poemas son sus favoritos?
R. Uno no puede desligar, creo yo, su valoración con el propio proceso de escritura. Hay poemas que considero de lo mejor del libro, pero también me doy cuenta de que poemas que necesitaron mucho trabajo reciben una alta consideración. Es una cosa extraña que sea así, ya que hay poemas muy trabajados que pueden resultar fallidos. Pero bueno, entiendo que tu pregunta tiene que ver con qué poemas valoro más positivamente del libro. Entre los que destacaría, por mencionar algunos títulos, están “Sa Taulera”, “Nieve”, “Frasco de perfume” o “Camino bajo luces oscilantes”.
P. ¿Cómo construyó el libro?
R. El libro se compone de poemas que se han escrito en tiempos muy diferentes. Medía una distancia importante entre la fecha de un poema y otro. Eso me generaba algún miedo, pero creo que el resultado es sorprendentemente unitario.
Todo el libro fue ensamblado durante el confinamiento, eso es verdad. Y también es verdad que el cariño y el apoyo de Cántico y en especial de Raúl Alonso hicieron que esta barriga dejara de ser digital y que fuese una barriga de papel, con su lomo y todo.
«El libro se compone de poemas que se han escrito en tiempos muy diferentes, pero fue ensamblado durante el confinamiento.»
P. Dice que reivindica la autonomía de la poesía. ¿Podría explicar eso?
R. Bueno, lo que digo es que ser poeta está muy bien. En España, hay una tendencia a que la poesía quede supeditada en un marco de cierta carrera en la escritura donde lo primero que se publican son poemas pero lo deseable es la novela. Esa seriedad que no se le concede a la poesía. No sé, creo que es maravilla que alguien sea sólo poeta. Es una maravilla secreta.
«…es maravilla que alguien sea sólo poeta. Es una maravilla secreta.»
P. ¿Tiene algún otro proyecto en marcha?
R. Pues la verdad es que acabo de publicar un libro y de momento tengo el tiempo comido por el trabajo, que es muy exigente. Sí que escribí algún poema recientemente, o algún boceto de poema por trabajar. Pero no sé ni remotamente donde acabará. Tal vez en un libro o tal vez en la papelera.