Hay algo que me sucede como lectora que no me cuadra mucho. Os explico: mi género favorito siempre ha sido el de las novelas que narran historias realistas, pueden ser ficción o no, eso ya me da igual, pero me gusta darme de bruces con la cruda realidad cuando leo. Esto no quiere decir que no disfrute de otro tipo de lecturas menos realistas, pero algo que como lectora casi nunca hago es elegir novelas de fantasía. Creo que en todos los años que llevo escribiendo reseñas no he escrito ninguna sobre un libro de fantasía y, como os decía, no tiene mucho sentido. ¿Por qué? Pues porque uno de los libros que más he disfrutado en mi vida fue El señor de los anillos y sí que me gusta ver películas de este género. Entonces, ¿qué cortocircuito hay en mi cabeza para que nunca me decante por este tipo de lecturas? No lo sé, lectores, pero estoy muy agradecida de que la novela de Leslie G., de la que hoy vengo a hablaros, haya caído en mis manos. Me ha hecho disfrutar muchísimo de este género de nuevo y eso es ya todo un logro.
Si os soy sincera no sabía a qué me iba a enfrentar. Sabía que Los Dioses Alados de Ácatar es la segunda entrega de una serie de fantasías llamada «Leyendas del Bosque Azul», cuyo primer volumen es La princesa de Elsseria. Sabía también que, aunque los libros se desarrollan en el mismo mundo, son historias totalmente diferentes y que no guardan relación entre sí, así que no iba a tener ningún problema por comenzar con esta entrega primero. Lo que no sabía, lectores, es que dentro de sus páginas iba a encontrarme con una historia fascinante, llena de magia, fantasía y recreada de una forma tan bella que iba a tenerme enganchada a lo largo de sus 214 páginas.
Los Dioses Alados de Ácatar cuenta con diecinueve capítulos, perfectamente estructurados, que van intercalando los puntos de vista de la historia desde sus personajes principales. Pero, ¿quiénes son esos personajes? Por un lado tenemos a Keith, un joven de Herta, cuya encantadora abuela y hermano, Eloy, son toda la familia que le queda. Una vez cumples quince años, los hertanos pueden decidir entre ser aldeanos o guerreros. Keith, sin duda, quiere ser guerrero para volver triunfante y poder hacerse cargo de su humilde familia, pero para ello ha tenido que pasar cinco años en la academia para poder formar parte de La orden de los Guardianes. Según cuenta la leyenda, el fuego caminó sobre la tierra durante cien años, cubriendo todo a su paso de cenizas y terror. El Castillo Negro, que se encuentra en lo alto de la montaña, comenzó a escupir rocas de fuego y los Dioses Alados, que habitaban allí, se marcharon para siempre. Pero la leyenda también cuenta que el último descendiente de los Dioses Alados duerme en la habitación del ala oeste y un día volverá a despertarse y abrirá una nueva era de terror. Para esto es para los que se preparan los jóvenes guerreros de La orden de los Guardianes, para enfrentarse a la terrible bestia cuando despierte y poner fin a esa pesadilla. Los vencedores de la Prueba de Sangre, es decir, los cinco nuevos guardianes son Samara y Lena Tranweg, Loyber Kinci, Paul Howande y Keith Naceg, nuestro joven protagonista.
Tras despedirse de su familia ponen rumbo a la que será su nueva misión: custodiar junto a los demás guerreros de La orden de los Guardianes a la bestia, que en cualquier momento puede despertar.
Pero, ¿y si os dijera que la bestia no es lo que parece ser? Alliezih es la heredera del trono de Ácatar. La joven más hermosa que Keith jamás haya visto. Cuando esta despierta de su metamorfosis, se da cuenta de que su reino está destruido y de que no queda nadie de su familia. En ese momento, al despertar, Keith tiene la ocasión perfecta para acabar con ella y volver a su pueblo convertido en un héroe, pero no puede. Por algún motivo tiene que dejarla escapar. Es incapaz de matarla. Es incapaz de creer que esa hermosa muchacha sea la bestia de la que hablan las leyendas.
Desde el momento en que Keith la deja escapar, ambos comienzan a vivir distintas aventuras que la autora, Leslie G., va intercalando de manera brillante en voz de cada uno en los capítulos del libro.
Por no haber sido capaz de matar al temible monstruo, los jueces condenan a Keith a muerte, pero este, con ayuda, conseguirá escapar. Lo único que quiere ahora es dar con aquella chica y redimir su error. ¿Lo conseguirá? Eso, lectores, tendréis que descubrirlo vosotros mismos.
Yo sólo puedo deciros que Los Dioses Alados de Ácatar es un libro fascinante, lleno de fantasía y aventuras, pero también de personajes con los que empatizar y sentirse identificados. Narrada de manera contundente y ágil, Leslie G. ha escrito una novela en la que recrea un mundo mágico, repleto de seres extraordinarios y con un derroche excepcional de fantasía y creatividad que hará que no puedas dejar de leer esta increíble historia.