Soy un gran aficionado a la ciencia ficción. Un género en el que hoy día es muy difícil encontrar algo bueno o sorprendente, será por que clásicos como Asimov, Orwell, K. Dick, Huxley, Bradbury… dejaron el listón demasiado alto. Ya cuando hablamos de ciencia ficción española lo tenemos más difícil aún.
Después de Marc Pastor no me había llamado la atención este género en español hasta que he tropezado con Daniel Vargas, que sin esperarlo me ha sorprendido muy gratamente, y eso es algo muy bonito cuando uno se vuelve tan escéptico.
En su segunda novela titulada “¿Un mundo mejor?”, tal vez aludiendo al clásico de Aldous Haxley, podemos adivinar las influencias de esos autores que nombraba al principio. Unas buenas influencias que ha sabido aprovechar ofreciéndonos cinco historias que transcurren en un cercano futuro distópico haciendo que recapacitemos sobre nuestros propios actos y que si seguimos como hasta ahora ese futuro será menos distópico y más real. Como demuestra el cuento titulado “La plaga”, cuya similitud con lo que estamos viviendo estos meses nos estremece.
El resto de historias podrían ser perfectamente escenarios a los que la humanidad desembocará algún día, ya sea por como tratamos a esta pobre bola azul que llamamos Tierra; las desigualdades sociales sigan su curso o sigamos dependiendo cada vez más de la tecnología.
Lo que mejor consigue esta breve recopilación es hacernos conscientes de nuestro comportamiento. Porque lo bueno de la mejor ciencia ficción es que sin darnos cuenta hace una crítica de nuestro presente, y vale más como estudio antropológico que los sesudos tomos que se puedan realizar sobre el comportamiento del hombre y su sociedad por eruditos.
A pesar de la complejidad de pensamiento a la que puede abocar esta obra, en su sencillez radica su encanto. Con sus apenas ciento setenta páginas hace que nos enganchemos a sus breves historias que van al grano, libre de toda paja descriptiva y banalidad, haciendo de esta novela una lectura entretenida y muy amena, quizás pecando de su brevedad que nos deja con ganas de más; con ganas de seguir acompañando a sus protagonistas; anhelando que esas historias sean merecedoras de una novela más extensa solo para ellas.
Daniel Vargas escribe muy bien, no divaga, entretiene creando una atmósfera llena de intriga que desemboca en un desenlace inesperado. ¿Un mundo feliz? hará disfrutar tanto al aficionado a la ciencia ficción como a aquel que no se considera fan del género, porque en el fondo de lo que trata es de nosotros mismos.