Las brujas es una novela hipnótica narrada desde un futuro en el que el protagonista conversa con una persona cuya identidad nos es negada. Durante esa conversación sin respuestas expone el desequilibrio que le supone la falta de cariño natural de su familia y el abuso subyacente o explícito que ejercen sobre él. Un padre que les abandonó y una madre y un hermano mayor unidos entre sí tanto como separados de él. La aparición de Lorena, hija de una vidente y compañera de clases, añadirá ese amor que falta en su vida. Sin embargo las heridas emocionales de ambas relaciones se solaparán entre sí impidiendo incluso que pueda sostener amistades con otros compañeros.
Celso Castro sostiene una forma de escritura inconfundible, como el mismo declara «siempre he pensado la literatura como algo no planificado, o cuando menos, que rehúye cualquier planificación. algo que ocurre, que surge del simple acto de escribir». Con ese concepto, las escenas se reproducen unas tras otras rehuyendo esa estructura o planificación previa, dotando de una frescura por un lado y una bruma por otro los acontecimientos, los cuales, al estar narrados en primera persona se presentan siempre difusos e inasibles.
Es gratificante para el lector adentrarse en el hábitat del protagonista y seguirle en su lacerante decisión de ser simplemente una persona normal, algo que todos le han negado y le siguen negando. Celso Castro nos guía en su universo de una forma reflexiva que induce al lector a preguntarse muchas más cosas sobre mí mismo que a obtener respuestas sobre el protagonista.
Una novela introspectiva y psicológica impecable.