“Con la #TrilogíaDeLaMemoria, Pitol marcó para toda una tradición un principio enunciado por Salvador Elizondo –otro miembro prominente de lo que en México llamamos la Generación del 32–: no componer novelas, sino ‘libros para leer’. Escribir es raspar un albedrío radical que nos falta para todo lo demás. Pitol no solo nos heredó un puñado de volúmenes al mismo tiempo hipnóticos y deslumbrantes: nos dejó un mundo en que la única manera de escribir lo correcto es reventando las expectativas. Escribir desde donde uno quiera y como se le dé la gana”. ✍Recomendación de Álvaro Enrigue y con ilustración de Antonio Santos