Los retratos de la infancia durante la posguerra y el franquismo son tristes, que los niños tienen un aire de a ncianos
Siempre he tenido la impresión de que los retratos de la infancia durante la posguerra y el franquismo son tristes, que los niños tienen un aire de ancianos prematuros, que sus ojos han visto demasiado dolor y miseria, que sus oídos han escuchado demasiados silencios. – Edurne Portela, El País.
Dos hermanos y una casa llena de silencios ahondan en lo que tantas veces aún nos da miedo recordar. El tiempo no lo cura todo, como suele decirse con frivolidad. Lo único que puede ayudar a curar las heridas del pasado es contarlas, indagar en la búsqueda nada tramposa de la verdad, plantarle cara a las mentiras.
Alfons Cervera insiste en Claudio, mira en lo que se ha convertido en su principal seña de identidad literaria: la necesidad de recordar, de hacer memoria, de preguntarnos por un pasado infame que nunca acaba de pasar sino que sigue vivo y, a ratos, con la misma intensidad de entonces.
Cervera resucita las historias ligadas al conflicto civil y las voces de quienes las vivieron para recuperar los testimonios acallados por el franquismo. – Laura Martínez para eldiario.es