El escritor escocés presenta en BCNegra el ‘thriller’ gótico ‘El aspecto del Diablo’, donde un policía persigue a un imitador de Jack el Destripador en la Checoslovaquia de 1935, en pleno ascenso del nazismo
Es difícil combinar en un thriller un instante histórico único en un lugar especial donde solo unos determinados conocimientos eran posibles. Eso es lo que ha hecho Craig Russell en su oscura e intrigante novela El aspecto del diablo. La Checoslovaquia de 1935 es el escenario perfecto para esta novela.
Craig Russell compone una que novela desarrolla dos tramas perfectamente hilvanadas que mantienen enganchado al lector hasta la última página: por un lado, un joven psiquiatra entra a trabajar en un sanatorio mental que alberga a los seis asesinos más sanguinarios de Centroeuropa, y por otro, un policía de Praga intenta dar caza a Delantal, un imitador de Jack el Destripador.
En El aspecto del diablo Russell juega con la tensión étnica y cultural que está allanando el camino a la irrupción nazi. En este ambiente social se mueve Viktor Kosárek, un psiquiatra seguidor de las teorías de Carl Jung a quien el doctor Románek contrata para que trabaje en el sanatorio mental Hrad Orlů, ubicado en un castillo medieval a las afueras de Praga. Allí permanecen encerrados los asesinos más cruentos de Centroeuropa: los Seis Diabólicos. Kosárek los tratará con un novedoso método (narcoanálisis) para demostrar que estos pacientes comparten una misma vivencia del mal, un fenómeno conocido como ‘naturaleza diabólica’ que los exime de ser considerados plenamente responsables de los asesinatos que han cometido.
«Estos seis pacientes no habían mantenido ningún contacto entre ellos antes de llegar a Hrad Orlů. Y el que han tenido aquí ha sido mínimo. Sin embargo, cuando se estudian sus casos, se descubre que comparten características sorprendentes. Todos aseguran haberse topado con algún tipo de demonio, una especie de figura demoniaca que los obligó a cometer sus crímenes. Ya sea una estratagema pergeñada por el ego para protegerse de la culpa o se haya dado forma a su teoría de la naturaleza diabólica casi literalmente, estoy seguro de que entenderá por qué creo que estos casos son ideales para su terapia con narcoanálisis.»
Con todas estas mimbres Russell deja al lector sin aliento hasta el final en el que tendrá que replantearse todas y cada una de la páginas leídas con anterioridad.
Una thriller oscuro y gótico