En La ladrona de fruta, nos dice su traductora, Anna Montané, en la nota que acompaña al texto, Handke “lleva a la máxima expresión su peculiar escritura interrogante, dubitativa (…) nos cuenta una historia que quiere al margen de la Historia y, sin embargo, el recuerdo permanente de la guerra la recorre, desde las grandes guerras que sucedieron hasta el terrorismo que nos habita. Una historia que huye de lo “actual” y que, sin embargo se revela muy atenta a nuestras formas de vida, a la cronicidad de la indigencia, al abandono de los hijos por parte de los padres, a la soledad de los ancianos, a las maltrechas nuevas generaciones, al papanatismo mediático, a la destrucción del entorno, a la banalización del amor y a tantos signos que conforman nuestro hoy”.
“En La ladrona de fruta”, concluye Montané, “anida como en ninguna otra obra del autor austriaco la conciencia del paso del tiempo en su forma más elemental, solo que, en lugar de escribir un libro sobre la vejez, Handke ha escrito desde ella y desde el presagio de un final una obra que sin nostalgia ni idealizaciones bobas -que no sin emoción- da voz a la juventud”. La mayor parte de la obra del autor ha sido publicada a lo largo de los años en Alianza Editorial, convirtiéndose en uno de los más destacados autores de su catálogo. En la colección El Libro de Bolsillo se mantiene y nutre una biblioteca dedicada al escritor con algunos de sus títulos más celebrados como La mujer zurda, Desgracia impeorable, Carta breve para un largo adiós o El miedo del portero al penalti. |