El término road movie es exclusivo del cine, y aplica a las películas que se desarrollan a lo largo de un viaje. No hay una expresión equivalente en la literatura aunque el formato aplica a muchas novelas (se puede decir que el formato es un road trip, pero no la novela en sí), entre ellas a la que hoy presentamos y que hace honor desde el título a su contenido Carreteras de Otoño.
El argumento es impecable: Frank Guidry secuaz del capo de la mafia de Nueva Orleans Marcello, sabe que todo el mundo es prescindible. Pero ahora le toca a él; sabe demasiado sobre el asesinato de JFK y tendrá que echarse a la carretera camino de Las Vegas para ver escapar con vida.
Charlotte es una mujer casada con dos hijas y un marido borrachín que está más que harta de existencia asfixiante en un pequeño pueblo de Oklahoma y decide salir de allí para viajar a Los Ángeles.
Cuando Guidry y Charlotte se encuentran saltan chispas. La perfecta simbiosis entre ambos se verá alterada tanto por los sentimientos como por la cercanía del sicario que ha enviado Marcello tras de Guidry.
Lou Berney traza la historia con una finura genial. Va acumulando los argumentos como si no hubiera otra posibilidad de que se desarrollaran así. Los grandes temas de la humanidad, el amor, el dinero, el orgullo, la fama, la vergüenza, la política se entremezclan en una historia casi homérica que desembocará en un final que atrapará y perseguirá al lector mucho tiempo.
Una obra negra casi perfecta que se lee de un tirón.
Por Pepe Rodríguez