A pesar de la cercanía del continente africano muchas son las personas que siempre han sido reacias a organizar sus vacaciones o una escapada al país de Marruecos, en su mayoría por el gran desconocimiento que hay sobre el mismo, además de todos los mitos y leyendas que circulan sobre este maravilloso país. Por suerte, poco a poco se está perdiendo este escepticismo y miedo a lo desconocido, para empezar a disfrutar de viajes únicos y diferentes a lugares y culturas distintas, para que de esta manera, se puedan encontrar nuevas cosas, gentes, costumbres, gastronomías, etc.
¿Por qué deberíamos viajar a Marruecos en las nuestras próximas vacaciones?
Cuando nos planteamos salir de vacaciones son muchas las ideas que nos rondan la cabeza, por eso es hora de salir de nuestra zona de confort y darle la oportunidad a conocer lugares nuevos, y más teniendo en cuenta que viajar a Marruecos no quita mucho tiempo, ya que lo tenemos relativamente cerca, y podremos encontrar un país mágico. Lo primero que deberemos tener en cuenta a la hora de organizar nuestro viaje es las grandes ciudades en las que se divide el territorio: Fez, Marrakech, Meknes y Rabat, además de las ciudades comerciales de Casablanca y Tánger. Grandes urbes donde las haya.
Como decimos, uno de los principales motivos para viajar a Marruecos es la proximidad, ya que es igual que vivamos en el norte o en el sur, porque tenemos la posibilidad tanto de ir en un vuelo desde cualquier ciudad de España con aeropuerto hasta Casablanca, en menos de tres horas; o también lo podemos hacer por carretera, y cruzar el estrecho desde Gibraltar, llegando así a Tánger. Otro gran motivo es su economía, y es que organizar un viaje a Marruecos va a salir relativamente barato, además de que una vez lleguemos allí comprar será muy económico, puesto que el euro vale diez veces más que el Dirham (de hecho, un euro son casi doce Dirham), además de que en general vivir y comer en Marruecos es muy asequible.
Lugares únicos, llenos de magia que nos sorprenderán
Marruecos no son sólo esas grandes ciudades que hemos citado, sino que también existen pequeños núcleos de población que son realmente sorprendentes, además de poder encontrar playas de arena fina y blanca realmente impresionantes. También podemos encontrar el desierto de Merzouga, que lo podemos ver al sureste de Marruecos, en el propio desierto del Sahara, cerca de Argelia. Según los propios turistas que han decidido acudir a este lugar: ‘’Es una experiencia que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida’’. Como podemos ver, es algo que deberemos hacer en nuestro viaje, así montaremos en camello para pasear por dunas de arena infinitas, disfrutando de una puesta de sol inigualable.
Marruecos también es gastronomía, ya que son una explosión de sabores árabes, andaluces y franceses, una mezcla única de culturas con aportes culinarios increíbles y que no dejarán a nadie indiferente. Su principal plato es el tajín. Se trata de un guiso de cordero o pollo con verduras; seguido por el famoso cuscús, que se hace a base de sémola de arroz y también se hace con carne y hortalizas, dejando un exquisito sabor en todos los paladares. Además, como decimos, la imagen que se proyecta en la televisión no se relaciona con la realidad, ya que Marruecos cuenta con personas únicas y hospitalarias, que estarán encantadas de abrirnos las puertas de su hogar incluso, aprenderemos mucho sobre ellas y descubriremos algo que va mucho más allá de lo que vemos.
También vamos a poder encontrar multitud de playas y espacios cien por cien naturales donde disfrutar de un ambiente único e increíble rodeados de naturaleza, por lo que también es una visita obligada si vamos en familia con nuestros hijos. En definitiva, Marruecos es un paraíso en el que poder disfrutar en solitario, en familia, en pareja o con amigos, donde nos descubriremos a nosotros mismos y encontraremos una cultura diferente de la que aprender un sinfín de cosas.