Cansada de que su novio Adam no parara de mentirle, engañarle y de que no mostrara ningún tipo de interés en ser padre, Jess le echó de casa apenas unos meses después de haber dado a luz a su hijo William. Su madre le ayuda a cuidarlo, mientras Adam se traslada a Francia persiguiendo sus sueños y liberándose de cualquier compromiso y del niño que nunca quiso.
Diez años después, la madre de Jess se encuentra ingresada en una residencia, luchando contra una enfermedad que la está matando a sus cincuenta y tres años. Allí es donde obliga a su hija a reconocer algo que nunca ha querido admitir: que William necesita un padre en su vida. Así, en su primer viaje al extranjero en años, Jess y William, ahora con diez años, se disponen a pasar el verano en Château de Roussignol, en las ricas y soleadas colinas de la Dordoña. Allí se reencontrarán con Adam, y Jess deberá conseguir que este acepte y empiece a querer a su propio hijo.
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Este libro ha sido por mucho una de las adquisiciones más bellas que he tenido y he leído jamás , Esta historia me hizo Gritar, enojar, emocionarme,llorar, reirme y una infinidad de cosas que ningún otro libro me ha hecho sentir..Simplemente me hace valorar la vida y gozarla hasta que llegue un punto en el cual este satisfecha con lo que he hecho de mi vida.