| SIEMPRE NOS QUEDARÁ KINSEY
La Y es, desde ahora, la última letra de un alfabeto: el Alfabeto del Crimen. Después de Y de Yesterday no podremos seguir más allá a Kinsey Millhone ni a Sue Grafton. Pero durante la aventura de ambas, que ha durado más de treinta años, hemos tenido el privilegio de disfrutar de la compañía, la inteligencia y el buen humor de Sue Grafton, y ya desde la primera letra sentimos una gran empatía hacia su protagonista, imprescindible en la literatura policiaca.
En esta última entrega, el lector que empiece ya a sentirse desamparado disfrutará de una Kinsey que vuelve la mirada unos años ago para desentrañar dos crímenes que, aunque transcurren en los años ochenta, son muy actuales. Y además de lidiar muy cómicamente con un perro llamado Killer, tiene que vérselas con Ned Lowe, un antiguo enemigo de Kinsey, maltratador de mujeres y asesino. Ojo, Ned: «No te metas nunca con las mujeres».
Cuando el lector llegue a la última página de la Y, sin duda le embargará una profunda añoranza hacia esa mujer que, joven y sola, se enfrenta a sus casos e investigaciones con una diligencia extraña y llega a su oficina con una ilusión envidiable. Echará de menos sus tempraneros kilómetros de running junto al mar, su pisito pequeño como una caja de cerillas, sus sándwiches de mantequilla de cacahuete con pepinillos, a su vecino y casero Henry, a toda la familia de éste y a su gato Ed, a las comidas indigestas y de nombres impronunciables de Rosie, a todos a los que Kinsey ha ido dejando por el camino: el teniente Dolan, sobre todo, y a sus novios. Y a su escasa familia. Y quizá, si el lector es mujer, cuando tenga que ir a una fiesta busque entre la ropa ese único vestido para las ocasiones especiales, negro, y se planteará si mete una muda en el bolso. Por si las moscas.
Es posible que el título de esta novela influya en los ánimos. Now I long for yesterday. Es cierto: Sue Grafton ya no está, pero nos ha dejado un Alfabeto del Crimen al que volver una y otra vez, y también a Kinsey, que es, como todo gran personaje, esa buena amiga que nunca nos falla.
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Foto de Sue Grafton (© Iván Giménez) |
