Una casa en amargura, de Elisa Vázquez de Gey (Ediciones B, 2015) es una novela que se presenta enmarcada en el género que se ha denominado landscape, que nos traslada a la exótica Cuba del siglo XIX y aborda el tema de la esclavitud doméstica urbana en la Cuba española.

n esta novela no faltan los ingredientes de este género que tanto éxito está teniendo en la actualidad, ambientación exótica, romanticismo, sentimientos a flor de piel, intriga y un personaje femenino potente, que lucha contra todos los obstáculos que se le presentan en el camino. A esto se añade una labor de documentación histórico para retratar la vida de los esclavos en las casas de familias criollas habaneras y su lucha por la libertad.

La narradora de la novela es Dulce Elena Prieto y Lamas a quien encontramos en el muelle de La Habana esperando la llegada de un misterioso personaje y dispuesta a cumplir la última voluntad de Misterio, su adorada criada y antigua esclava. Mientras espera, se sumergirá en sus recuerdos para relatarnos la emotiva historia de Misterio, su relación con Dulce y la razón por la que se encuentra en ese muelle.

Dulce, huérfana de madre desde los veinte meses e hija del Caballero Síndico Procurador General, la autoridad mercantil que representaba al esclavo en la Cuba colonial, fue criada por Misterio del Cobre Montserrat Barthélemy, una liberta de color que acudió a su padre buscando ayuda y terminó haciendo un pacto con él, encargándose de la educación de su hija y convirtiéndose en el alma del hogar hasta su fallecimiento.

Acompañada de su fiel “Muleque”, su esclavo personal desde pequeña convertido en su confidente y amigo inseparable, se dispone a cumplir la enigmática última voluntad de Misterio, en la que exige la presencia de cinco almas, dos de ellas desconocidas, en la apertura de su testamento y tendrán que localizarlas para resolver un asunto pendiente que Misterio había dejado sin resolver.

A partir de aquí se sucederán las revelaciones sorprendentes, los secretos escondidos en un turbulento pasado mientras recorreros una Habana “poblada de ricos españoles, damas criollas, gallegos, chinos y esclavos africanos, que bulle entre archivos de copistas, estudios de síndicos y singulares domicilios de escribientes callejeros”.

Una casa en amargura nos invita a una lectura reveladora sobre una época histórica poco transitada en el género además de ofrecernos una historia intensa, emotiva con sus correspondientes dosis de intriga y misterio, haciendo honor al nombre de uno de sus principales personajes.