En mi búsqueda y siempre interés en los escritores suicidas sabía desde hace un tiempo de la existencia de Richard Brautigan pero jamás había tenido la oportunidad de leer ninguna de sus obras hasta que recientemente cae en mis manos “El monstruo de Hawkline – Un western gótico” publicada por la Editorial Blackie Books. Richard Brautigan fue un novelista y poeta perteneciente a la Generación Beat pero en la que lamentablemente su nombre siempre se ha visto detrás de todos los principales exponentes de este conocido movimiento literario. Nacido en la pobreza casi extrema y sin conocer a su padre aunque en alguna oportunidad expresó haberlo visto un par de veces por casualidad, fue arrestado en su juventud luego de lanzar una piedra a una vitrina con toda la intención de que al ser llevado a la cárcel podría comer gratis, durante su estadía tras las rejas notaron que su comportamiento no era para nada normal los policías pidieron que se le transfiriera a un Hospital en Oregón para recibir algún tratamiento luego de haberle diagnosticado depresión, esquizofrenia y paranoia, como era de esperarse la supuesta cura resultaría ser una gran cantidad de electroshocks los cuales como siempre sucede lo terminaron complicando mucho mas.
Durante su estadía en dicho Hospital comienza a escribir “El dios de los marcianos” y es desde este momento a pesar de recibir incontables rechazos de múltiples editoriales que comienza una larga carrera como escritor y poeta, muchas de estas obras lograrían ser editadas luego de su muerte. El éxito financiero llega en el año 1967 gracias a su novela “La pesca de la trucha en América” la cual la crítica recibió con los brazos abiertos dándose con esto Brautigan la vida que no había podido vivir nunca y que siempre había soñado con el dinero que ahora ganaba, logró convertirse en una verdadera estrella perseguido por groupies, muchas de las cuales llegaron a posar en las portadas de sus libros junto a él, Brautigan colocaba impreso su propio numero de teléfono en la primera pagina de sus libros para que lo contactara cualquiera interesado en charlar, esto sumado a estar su ahora popular nombre acompañado de Allen Ginsberg o Timothy Leary lo volvió un icono del underground literario y que sufriría una fuerte caída desde las alturas gracias a su incontrolable alcoholismo y esa tendencia de mencionar permanentemente con orgullo que su final sería el suicidio, hecho que terminaría llevando a cabo en el año de 1984 a los 49 años, la fecha exacta de su muerte todavía no se sabe ya que encontraron su cadáver el 25 de octubre de dicho año totalmente descompuesto y cubierto de gusanos, su cuerpo estaba sentado en la sala de su casa en posición de estar viendo el océano pacifico con una .44 Magnum y una botella de licor, se sospecha que pudo haberlo hecho luego de realizar una última llamada a su ex novia.
Parte del legado literario que pudo dejar Richard Brautigan ha sido publicado por Editorial Blackie Books en su colección “Biblioteca Brautigan”, los títulos que se pueden encontrar en su catalogo son “El azúcar de la sandía”, “Un general confederado de Big Sur”, “La pesca de la trucha en América” y recientemente este trabajo tan particular “El monstruo de Hawkline – Un western gótico” novela que me he leído en una sola sentada y me ha divertido mucho. No puedo negar que leerlo ha sido un grato descubrimiento, primero por la curiosa y extraña historia al ser un western con mezclas del género gótico y ciencia ficción lleno de personajes totalmente excéntricos e inolvidables.
Greer y Cameron son dos vaqueros y asesinos a sueldo siempre con buenas intenciones dependiendo de quién sea la víctima y quien los contrate, Cameron es un obsesivo compulsivo que tiene la imperiosa necesidad de contar en voz alta todos los objetos que se encuentran a su alrededor y Greer es un hombre de gran nobleza y buen corazón. El libro ya arranca con un detalle bastante particular ambos cowboys se encuentran en Hawái para asesinar a un padre de familia quien finalmente les da lástima matarlo y deciden tomar a otra víctima u otro trabajo mas sencillo, es cuando aparece una misteriosa joven llamada Niña Mágica que los contrata para eliminar a alguien que a medida que se avanza en la lectura uno va descubriendo que ese alguien no será un trabajo nada fácil de ejecutar. Con esto comienza la historia donde los protagonistas son unos vaqueros asesinos a sueldo a quienes a veces les cuesta tener los pantalones arriba porque también son bastante activos sexualmente si se presta la oportunidad. Greer y Cameron llegan al oeste de Norteamérica a una casa muy extraña rodeada de nieve y hielo donde los recibe la también misteriosa y hermosa Sra. Hawkline hija de un científico, un mayordomo de mas de dos metros de altura, un caballo con una pata de palo y la victima que tienen que asesinar, el monstruo de Hawkline.
Según leo en el mismo libro la historia han intentado llevarla a la gran pantalla directores de la talla de Tim Burton o Hal Ashby, mientras uno lee esta divertida novela no para de imaginarse que parecen personajes creados por los hermanos Coen quienes creo que serían los perfectos para hacerla posible en la gran pantalla. El escritor japonés Haruki Murakami ha opinado sobre Brautigan que “leerlo fue como descubrir un Nuevo Mundo”. Recomiendo “El monstruo de Hawkline – Un western gótico” porque su lectura es rápida, entretenida y creo sin haber leído ninguno de sus otros trabajos que es un buen comienzo para conocer a Richard Brautigan.