En esta novela, primera de una trilogía con la misma protagonista, la autora quiere destacar la visión femenina de una actividad hasta esa época reservada a los hombres, colocando como figura principal a Candela Luque, una joven estudiante a punto de licenciarse en Derecho, que participa con la policía en ese primer grupo femenino cuyas pruebas piloto empezaron en 1975, cuando hubo una convocatoria a las integrantes de los cuerpos de oficinas del entonces Ministerio de la Gobernación para formar lo que llamó Grupo Especial de Policía Femenino
La trama tiene como marco el año 1976, con una situación política de España muy inestable, preñada de cambios y apuestas para el futuro, pero también de peligros. Los partidos políticos, aún clandestinos, hacen sus movimientos en previsión de su salida a la superficie, el aparato policial y militar se empieza a reestructurar, pero los cambios son lentos y cuesta modificar ciertas costumbres. La llegada de una joven con nuevos aires, ideas frescas y métodos muy personales revoluciona un poco a sus compañeros y superiores en la sección Homicidios de la Brigada Criminal, que es donde Candela ha pedido ser destinada. Candela tiene como jefe a Andrés Salgado, que aunque da el aspecto de duro, tiene cierta tolerancia y afección hacia la joven aspirante a policía. También Candela cuenta con una politizada amiga, Julia, que pertenece al PSUC, con la que discute de política pero cuando se trata de amistad le ofrece un apoyo sincero y decidido. Luego hay toda una serie de personajes secundarios, que aportan luces y sombras a la narración
Distintos son los escenarios en los que se desarrolla la acción: Barcelona, que es la sede de operaciones y la residencia de Candela (aunque su ciudad natal sea Málaga, donde viven sus padres); Tenerife, donde se desplaza Candela buscando pruebas para su investigación; Madrid, y también una breve mención a Portugal
El narrador es omnisciente y universal, pero adopta según qué momentos, los puntos de vista de unos y otros personajes, sin perder de vista que la figura eje de la narración es Candela. El lenguaje varía según quien hable: los delincuentes tienen su jerga, la policía también, y también los estudiantes, politizados o no, usan un particular lenguaje. Se reflejan las dobles posiciones de muchos personajes en una época en la que los “cambios de chaqueta” estaban a la orden del día. La corrupción, lacra social que ha existido desde que el poder tomó forma en la sociedad humana, también aparece aquí
La acción en general discurre pausadamente, a veces quizá un tanto lenta; pero también tiene algunos momentos más tensos y de fuerte dramatismo. Una joven aparece asesinada en un hotel. Se inician las investigaciones, en las que Candela entra casi por casualidad, implicándose emocionalmente después, hasta que surgen otros hechos que perturban el caso. Intervienen instancias superiores y los policías (incluida Candela) ven cómo se paraliza o se ignora el hecho principal, que es la vida humana. Pero la joven aspirante a policía no se resigna a olvidar
Mercedes Gallego, que reconoce haber vivido personalmente muchas de las situaciones, revela en su blog personal la idea de cómo surgió la novela: “La serie recrea un hecho histórico transcendental para la igualdad de la mujer, que tuvo lugar en 1979, una vez aprobada la Constitución que reconocía la igualdad de sexos. La promoción de policías que salió de la Academia en la primavera de ese año, incluía mujeres. (…)Pues bien, ese año 1975, cuando Franco ya había muerto, nos regaló una treintena de mujeres que había acudido a la convocatoria. Este fue tal vez el motivo por que a primeros de 1976, todavía se hallaban realizando tareas de oficina, puesto que en la mente de algunos ya debía cocerse la idea del cambio que España iba a experimentar.
La novela se lee bien y es amena, aunque quizá haya demasiada insistencia sobre la realidad política del momento, marcando mucho la línea de la narración. Es cierto que fue una época de gran importancia para toda la historia posterior española. Sin embargo, lo que prima es la trama policiaca, sin duda. El marco tiene fuerza, pero sigue siendo marco. La serie de Candela Luque continúa, por el momento, con dos novelas más: Matar al mensajero (2014) y La Trampa(2015). Las tres han sido autoeditadas y pueden encontrarse en Amazon. Acaban de ser revisadas este mes.