La caja china (Ediciones B, 2015) es la nueva novela de Jesús Maeso de la Torre, uno de los escritores más reconocidos de novela histórica en nuestro país, licenciado en Filosofía e Historia que, a lo largo de su carrera, ha simultaneado la docencia con la literatura y la investigación histórica, autor de obras como Al-Gazal, Tartessos, El Papa Luna, La Piedra del Destino, El sello del algebrista, El lazo púrpura de Jerusalén, La cúpula del mundo y En una tierra libre.
En esta novela el autor nos lleva a la España de Felipe II, un período histórico muy transitado en el género pero que en esta ocasión se centra en un episodio menos conocido que supone la mayor aventura hispana del siglo XVI: la conquista de China. Y lo hace centrando el objetivo en un personaje ficticio que resulta todo un acierto, el cartógrafo Rodrigo Silva, quien pasará de buscar venganza por la muerte de su padre a participar en uno de los planes más ambiciosos de Felipe II.
Jesús Maeso de la Torre quien siempre ha sido fiel a su máxima de “entretener, emocionar y estremecer al lector”, ahora ha tejido una trama de ficción que muestra un episodio real de nuestra historia, el proyecto de conquistar el gran Imperio chino, que nunca se llevó a cabo a pesar de que se intentó de múltiples maneras, tal y como refleja la novela. Este escenario le sirve al autor para ofrecernos una aventura épica en la que se dan cita la intriga, el misterio, la acción y el amor, y que se desarrolla con un ritmo muy ágil a través de una trama trepidante en la que no faltan los giros y las sorpresas, y que nos invita a viajar hasta el corazón del imperio Chino, abriéndonos las puertas de la Ciudad Prohibida.
La novela comienza en la primavera de 1572 con el joven Rodrigo Silva asistiendo al ajusticiamiento público de su padre, un capitán de la Armada del Rey condenado por cobardía y traición después de perder un galeón a manos de los piratas ingleses. Un trágico episodio que marcará su vida y cambiará su carácter, jurando vengarse de los causantes de lo que considera una injusticia y una falsedad que ha terminado con la vida de su padre y mancillado su nombre y su honor. En medio del dolor y la tristeza, le llegará un rayo de esperanza, la oportunidad de cumplir su vocación de marino. Los compañeros de su padre le dan la posibilidad de estudiar cartografía en Sevilla. Comienza así una nueva vida, siempre movido por un único objetivo, vengar la muerte de su padre. Como nos tiene acostumbrados la trama aunque rodeada de personajes de primera se centra en un secundario que representa la vida real de aquellos tiempos.
La novela se centrará años después en la figura del soberano más poderoso de la Tierra, un Felipe II que se encuentra en la cúspide de su poder y al que solo irrita la arrogancia de la reina de Inglaterra y de Lord Walsingham, su jefe de espías. El rey, que había heredado de su padre el gusto por las cartas náuticas y la cartografía, se interesa por unos mapas extraños que han llegado a sus manos y que despiertan su interés por China y por sus conocimientos sobre los secretos de la marinería que, de tener acceso a ellos, le darían a España el dominio de los océanos sobre holandeses e ingleses.
El rey encarga a su piloto mayor, Alonso de Chaves, que seleccione a un cartógrafo de su confianza, un oficial que sea “cauteloso, decidido y cultivado” para infiltrarse en el reino de China con una triple misión: comprobar si es viable fundar allí una colonia española, hacerse con los secretos de la marinería y averiguar a qué se dedica una comunidad de jesuitas portugueses e italianos que residen en China y cuya existencia está envuelta en el misterio.
Rodrigo se convertirá así en agente del rey, un espía inmerso en una misión confidencial y peligrosa, un hombre al que el paso de los años y las experiencias vividas habían moldeado su fuerte e inquebrantable personalidad, además de otorgarle otras virtudes que le convierten en la persona ideal para cumplir el complejo encargo del rey en un país “impenetrable y celoso de su intimidad” y que debe mantener en secreto para no llamar la atención de corsarios y potencias enemigas. Una peligrosa y desconocida misión en la que tardará poco en darse cuenta de que iba a caminar solo y a sentirse como “una mosca atrapada en una tela de araña”.
Este es el eje central de una novela que nos engancha desde el principio con un estilo narrativo cuidado a la vez que ágil y ameno, unos escenarios exóticos, un protagonista con múltiples matices y una trama trepidante en la que el círculo abierto al comienzo de la misma se irá cerrando de forma sorprendente y donde misterio, intrigas, traiciones y engaños se darán cita en una aventura cada vez más peligrosa en la que también habrá ocasión de comprobar cómo el amor puede abrirse camino en medio de la adversidad. Una viaje fascinante que transformará de forma radical el alma del protagonista y su visión sobre la vida.
çJesús Maeso de la Torre cree que la historia debe conocerse ampliamente, sobre todo por los políticos quienes al no conocerla siempre la están repitiendo. También carga como su colega británico Rutherfurd contra los autores de novela histórica que falsean la realidad, pues sus consecuencias sociales pueden ser terribles.
Su estilo cada vez más fino y cuidado se va acercando libro tras libro a la crónica periodística y se va alejando del barroquismo inicial. Su exquisita documentación resulta liviana y como un simple acompañamiento de sus ambientaciones, agradables y nada recargadas.
Como el mismo indica un libro de aventuras e historia para devorar tumbado en la playa este verano.