Lo que el hielo atrapa, de Bruno Nievas (Ediciones B, 2015) es una novela épica de aventuras que nos invita a formar parte de la gran expedición de Shackleton al Polo Sur, y conocer de primera mano a los principales participantes de “la última gran expedición romántica del hombre”.
Bruno Nievas (Almería, 1973), pediatra y escritor, ha sido uno de los fenómenos más impresionantes que ha dado la revolución digital del mundo del libro. Su primera novela, Realidad aumentada (2011; Ediciones B, 2012), la autopublicó en internet, y superó las 42.000 descargas.
Más adelante fue publicada por Ediciones B y B de Books y se situó en las listas de más vendidos de varias librerías online durante meses. Con su segunda novela, Holocausto Manhattan (Ediciones B, 2013) consiguió un gran éxito de público y crítica en todos los formatos.
Lo que el hielo atrapa es su tercera novela y llega con elogiosas críticas como las de los escritores Juan Gómez-Jurado: «Engancha como el velcro y te lleva a un lugar al que nunca querrías ir y del que no podrás salir hasta que concluyas la novela» y Esteban Navarro: «He pasado frío, miedo y hambre mientras leía. Bruno Nievas es el Herman Melville del siglo XXI», que podrían parecer exageradas pero que comprobaremos que describen en su justa medida una novela que consigue cautivarnos desde las primeras páginas con un estilo que recupera lo mejor de los clásicos de aventuras, añadiendo un toque personal y original que supone otro ingrediente más de interés en una lectura muy recomendable.
Con un ritmo trepidante, que no decae en ningún momento, el autor se mueve con agilidad entre el pasado y el presente de la narración, permitiéndonos seguir a los protagonistas en diferentes etapas de su vida y conocer de forma más profunda sus personalidades e identificarnos aún más con ellos en medio de las adversidades y obstáculos encontrados en su épica aventura. Este recurso del autor nos ofrece no solo una original y entretenida lectura, sino que nos acerca aún más a una aventura que ya resulta muy realista por la maestría con la que el autor describe las penurias experimentadas por los personajes.
La novela comienza con un misterio, el que rodea a una “cuarta presencia” que tanto Shackleton, como Crean y Worsley describieron en la parte final de su viaje y cuyo secreto se llevaron a la tumba hasta el punto de que, aún hoy, nadie ha logrado esclarecerlo. El autor realiza un imaginativo ejercicio y juega con la posibilidad de quién pudo ser esa “presencia”, elevando el episodio de la categoría de anécdota a elemento clave de la historia.
La acción se sitúa el año 1914, con Ernest Shackleton intentando reunir fondos para realizar la Expedición Imperial Transantártica. Después de cuatro años de preparación se encuentra ante la última oportunidad “para ser el primero en atravesar la Antártida y devolverle al Imperio británico el honor que los noruegos les habían arrebatado al conquista el Polo Sur”. Pero los rumores de guerra que recorren el continente europeo parecen poner en peligro la misión.
Con maestría el autor presentará a los tres principales protagonistas de la expedición, Shackleton, Crean y Worsley y abrirá ventanas a sus pasados, remontándose a su infancia y juventud, para que descubramos cómo se despertaron sus sueños por embarcarse en empresas suicidas para descubrir el mundo. Pero también conoceremos a un peculiar personaje, Zara Foley, una joven pilla que se dedica a robar carteras de hombres de negocios hasta que comete el error de robarle a un parlamentario, error que va a situarla ante una terrible situación, acosada por la policía. De forma providencial se cruzará en el camino de Shackleton y la expedición se convertirá en la oportunidad de salvarse de una vida de miseria… y de la horca.
La original presentación de los personajes continuará después de iniciada la expedición, seguiremos dando saltos en el tiempo para conocer las vidas de los protagonistas y de otros participantes en una expedición que se dirige “al continente menos conocido y más inhóspito, donde lucharán contra el peor clima del planeta, las corrientes marítimas y el más temible de los enemigos, la placa de hielo”.
Y de esta forma nos sumergiremos en el interior de cada uno de los personajes, de forma fluida y ágil. Mientras se encuentran atrapados en el hielo, seguiremos descubriendo aspectos del pasado de cada uno, que se van presentando como piezas sueltas que nos ayudan a comprender sus reacciones en el presente. Acompañaremos a los protagonistas mientras se descubren a sí mismos en medio de una trepidante aventura en la que se dan cita la valentía, el honor, la lealtad y el afán de superación. Una lectura que no defrauda y que nos mantiene en vilo de principio a fin.
