Cuentos de los Viudos Negros de Isaac Asimov

Cuentos de los viudos negros (ed. Alianza, 2015) es una irresistible selección de doce relatos de misterio escritos por el maestro de la ciencia ficción y de la divulgación, Isaac Asimov. Fallecido en el año 1992, sus obras siguen siendo todo un referente en la actualidad. En esta ocasión nos encontramos ante una faceta diferente y curiosa del escritor que hará las delicias tanto de los seguidores del escritor como de los aficionados al género policíaco clásico y a la buena literatura en general. Un menú de doce platos para degustar sin prisas, saboreando y disfrutando de cada bocado.

Antes de “hincarle el diente” a los doce relatos, podremos disfrutar con un pequeño manjar que el autor nos ofrece como aperitivo. En la introducción explica la razón por la que se ha atrevido a adentrarse en un terreno tan diferente al suyo. Y es que, aunque afirma que la ciencia ficción fue su primer y más importante amor, siempre le habían interesado las historias de misterio. Lector apasionado de relatos policíacos, cada vez había sido mayor su necesidad de escribir relatos de misterio que no tuvieran nada que ver con la ciencia.

El autor afirma que lo que le frenaba era la evolución del género, con elementos que se alejaban de sus gustos: “los relatos policíacos actuales están completamente inundados de alcohol, inyectados de droga, adobados con sexo y asados en sadismo” (¡y esto lo escribió en la década de los setenta! ¡¡¡qué no diría ahora!!!!). Por el contrario, su detective ideal era Hércules Poirot y sus pequeñas células grises (al leer esta parte, confieso que estuvieron a punto de saltárseme las lágrimas). Con tan buen gusto y criterio literario, no es de extrañar que el autor acierte plenamente en el planteamiento de cada uno de sus relatos y en el eje central que los vertebra.

Asimov inventó un club, el de los Viudos Negros, formado por seis personajes a los que les une la amistad y las inquietudes intelectuales. Una vez al mes, se reúnen en privado, ejerciendo uno de ellos cada vez de anfitrión y siempre con un invitado al que al final de la cena interrogarán sobre aspectos de su vida. Un abogado, un experto en lenguaje cifrado, un químico, un pintor, un matemático poeta y un escritor de novelas policíacas forman el variopinto club que en cada reunión se dedica a resolver problemas y enigmas que abarcan diferentes aspectos y temáticas, pero en los que todos prevalecerá la lógica, algo en lo que tendrá un papel fundamental otro personaje, el peculiar e inigualable Henry, el discreto y eficaz camarero que, a su manera, también es miembro del club.

Tramposos, vecinos ruidosos, asesinatos, lunáticos, herencias, proyectos secretos, robos y hasta un parapsicólogo son los diferentes asuntos a los que se enfrentarán los miembros del club y sus peculiares invitados. Y la mejor noticia es que Asimov añadió un invitado más, el lector, para que podamos formar parte y disfrutar de cada una de las doce reuniones del club y pongamos a prueba nuestras pequeñas células grises, tal y como hacía el detective preferido del autor.