Giorgio Bassani (Bolonia, 1916 – Roma, 2000) pasó su infancia y adolescencia en Ferrara, ciudad que siempre permanecerá en su corazón y llegará a convertirse en el escenario de sus creaciones literarias. Bassani participó en la Resistencia y tras terminar la guerra, se dedicó a la vida cultural como narrador y poeta, así como asesor editorial de la editorial Feltrinelli y Director Adjunto de la RAI. Entre sus obras se encuentra la extraordinaria serie de Ferrara cuya forma definitiva concluyó en los ochenta y que comienza con este primer libro que publica Acantilado con el título de Intramuros (Dentro le mura).
Ganadora del Premio Strega en 1956 está compuesta por cinco historias de otros tantos personajes. Lida Mantovani inicia la serie. Madre soltera que a su pesar se casa con un buen hombre, mucho más mayor al que no puede darle un hijo propio. La segunda versa sobre el Dr. Elia Corcos, médico judío que se resiente de su esposa, una mujer que como la ciudad Ferrara no está a su altura y que ante los ojos de los demás le impide pasar de ser una promesa a un gran hombre. Geo Josz, el único sobreviviente entre los judíos de Ferrara deportados por los nazis en 1943 quien a su regreso a Ferrara unos años más tarde, se siente tan fuera de lugar y poco querido que más le valdría no haber vuelto jamás. En la cuarta historia presenciamos el entierro de Clelia Trotti, anciana militante socialista que muere en la cárcel en 1943, cuya historia es contada a través de los ojos de Bruno Lattes, un judío de Ferrara que hizo lo imposible por relacionarse con la finada. La novela termina con una de las historias, quizás la más hermosa y emocionante. “Una noche de 1943”, que informa una historia verdadera dolorosa, la masacre de un grupo compuesto por once ciudadanos desarmados sacados de sus hogares, todos ellos considerados antifascistas. El único testigo de la masacre es un farmacéutico, Pino Barilari, quien en el momento del juicio a los asesinos, se niega a declarar. Nadie fue acusado por tanto del delito.
Cinco historias diferentes y sin embargo cercanas, que encaran problemas complejos pero que son suficientes para transportarnos en el tiempo, a ese otro otro lugar, Ferrara, y a un clima político y social tan diferente. El autor nos lleva allí, en los difíciles años de la llegada del fascismo y la resistencia, entre un clima de tensiones políticas y sociales. Con descripciones detalladas que nos permiten caminar por las calles y callejones de la ciudad, entre la Piazza della Certosa, y Giovecca y entrar en el café Stock Exchange, para descubrir los problemas ocultos e íntimos de la ciudad.
Una obra que se lee con avidez, que mueve los sentimientos del lector quien llega a comprender la forma de actuar de cada uno de sus personajes,. Sus miserias, sus anhelos, sus cobardías o sus tretas para sobrevivir nos hacen ser todos y cada uno de ellos.