Los libros de Arthur Bloch son un soplo de aire fresco. Calificado como “el gran filósofo del pesimismo contemporáneo” el autor aplica la máxima “si algo puede salir mal, saldrá mal…” consiguiendo que el lector recorra sus libros de carcajada en carcajada, algo inaudito, pero real, gracias al talento y genialidad del autor.
La crisis actual es el caldo de cultivo ideal para otro libro de Bloch. Los actos de “unos pocos sinvergüenzas de la economía y de la política” han provocado una situación en la que millones de personas necesitan solidaridad y comprensión. Pero también hace falta sentido del humor para aguantar el chaparrón, un poco de “sabiduría irónica e ingenio cínico” que el autor maneja con maestría para hacernos sonreír en medio de situaciones como apuros económicos, desempleo, averías, enfermedades, problemas laborales, técnicos, vecinales, familiares, etc.
Como no podía ser de otra forma los políticos tienen un lugar de preferencia con máximas como “un político honesto es el que, cuando lo compran, se queda comprado” o “por muy corrupto que sea un político, él mismo se considera honrado”. Aunque también hay leyes para todos los ciudadanos y es que nadie escapa de la corrupción porque “una vez que hayas renunciado a la integridad, lo demás es fácil”.
Otras áreas sociales también tienen sus leyes adecuadas con las que seguro que nos identificaremos como la de Pollard: “La habilidad ejecutiva consiste en decidir rápido y mandar a otra persona hacer el trabajo” o la Ley del Correo Electrónico: “No te das cuenta de las erratas hasta que le das a enviar”…
Y para el que crea que lo sabe todo y no necesita ningún libro, solo recordarle la Ley de Lampner sobre la Exactitud: “No puedes tener la razón al 1000%, pero sí que puedes equivocarte al 100%”. Por lo tanto, no te resistas a un libro que es todo un manual de lucidez y de dos de los sentidos más necesarios en situaciones de crisis, el común y el del humor…