El autor ha construido una conmovedora historia basándose en fuentes como las memorias de los supervivientes del gueto y el archivo clandestino que esquivó la censura nazi. Como protagonista sitúa a un personaje de ficción que le permite al autor más libertad narrativa, aunque todo lo que ocurre en la novela está basado en hechos reales.

En la primavera de 1942 encontramos a Mira, una joven polaca judía de 16 años que sobrevive a duras penas en el gueto de Varsovia dedicada en cuerpo y alma a cuidar de su madre y su hermana pequeña Hanna. La situación económica de la familia es desesperada y Mira rechazará dedicarse a la prostitución para jugarse la vida con el estraperlo, única forma de poder sacar su familia adelante.

Pero cuando empiezan a deportar a los habitantes del gueto a los campos de concentración, Mira tendrá que tomar una decisión trascendental y responder a una pregunta crucial: “Cada cual es libre de decidir la clase de persona que quiere ser… ¿qué clase de persona quieres ser tú?”. Una pregunta planteada por un loco, pero un loco que nos ofrece el planteamiento más cuerdo. No es casualidad.

Mira se debate entre dos chicos, que son polos puestos y muestran dos formas diferentes de enfrentar la crueldad nazi. Por un lado está su novio Daniel, un huérfano altruista, honrado, decente, la única persona en el mundo que le daba fuerzas, que la comprendía y con la que había hecho el juramento de viajar juntos a Nueva York. Daniel era un romántico convencido de que “el amor era lo único que podía salvarnos a todos”.

Pero en la vida de Mira irrumpirá otro joven, Amos, miembro de la Resistencia, que le plantea otra trascendental pregunta: “¿Cómo quieres morir? ¿Quieres ser alguien que se deje llevar al matadero sin oponer resistencia? ¿O alguien que se defienda?”.

Y de esta forma asistiremos a 28 días de angustia, donde hay lugar para el amor, la traición, el sacrificio, la crueldad, el heroísmo, la injusticia, la lealtad, el horror; lo mejor y lo peor de la naturaleza humana en una trama que nos mantiene en todo momento con las emociones a flor de piel, llena de tensión, con situaciones límite e inquietantes y planteamientos que saltan de las páginas del libro directos a la conciencia del lector: “¿Cómo actuarías en una situación así? ¿Matarías, salvarías vidas, arriesgarías la vida por otros?”.