Lexicón, de Max Barry (Ediciones B, 2014) es un thriller ambientado en una realidad alternativa, una ficción especulativa en la que las palabras son usadas como armas de poder.
Max Barry es un escritor australiano y experto en informática, autor de novelas como Syrup, llevada recientemente al cine, y creador del juego de simulación política online NationStates. En esta novela realiza un curioso ejercicio de especulación sobre la manipulación del poder basado en la lingüística.
La novela tiene un ritmo muy ágil, ya en la primera página nos vemos sumergidos de lleno en la acción, sin presentaciones de los personajes ni descripciones del contexto en el que se desarrolla la trama. Será después, conforme vaya avanzando la historia, cuando iremos conociendo los detalles sobre los protagonistas y el mundo en el que se desenvuelven.
La novela gira en torno a dos personajes principales. Por una parte tenemos a Emily Ruff, una joven timadora que se gana la vida en la calle con los juegos de cartas y que es reclutada por escuela exclusiva cuyos estudiantes no aprenden las materias que se consideran clásicas, sino que son adiestrados para persuadir y usar el lenguaje para manipular las mentes. Los que se gradúen con la mejor puntuación pasarán a ser los “poetas”, miembros de una misteriosa organización con unos inquietantes fines. Buscan personas con un talento natural para la persuasión y Emily parece reunir todos los requisitos para sobresalir sobre el resto.
La historia de Emily se alterna con la de Wil Parke, un hombre que es secuestrado en un aeropuerto por unos misteriosos personajes que le abren los ojos a una terrible realidad. Wil tiene un enigmático pasado, su memoria ha sido borrada y es perseguido por una organización, cuyos miembros tienen nombres de escritores famosos y que quieren matarle por haber sobrevivido a una tragedia de la que iremos conociendo detalles. Wil parece inmune a una poderosa arma y se convierte en la clave para el resultado final de una sorprendente guerra por el poder.
Estas son las bases argumentales de una curiosa novela, que se desarrolla en un mundo en el que sus habitantes son controlados y manipulados por el poder. Lo que puede parecer una historia más dentro del género distópico, se convierte en una original trama en la que el conocimiento y el lenguaje se convierten en fuentes de manipulación. Una trama que se adentra en temas como el pensamiento único, la libertad para tomar decisiones y la responsabilidad de nuestros actos.