Cuando una prospección petrolífera empieza a arder debido a un accidente, solo hay una manera de pararla: detonando toneladas de nitroglicerina encima para que el vacío la apague. Pero para conseguirlo es necesario transportar ese delicado material desde centenares de kilómetros por caminos de mala muerte hasta su destino. Solo los mas valientes y temerarios se convertirán en los bien pagados conductores. El argumento traslada ese panorama a Guatemala y retrata a un grupo de trabajadores mercenarios de multitud de países esperando ocasiones como esa.
Sturmer junto a otros tres hombres serán los elegidos para conducir dos camiones. El compañero de Sturmer es un rumano muerto de miedo que sólo le ocasionara problemas. Los dos días de viaje se harán eternos teniendo que luchar contra todos los elementos pero fundamentalmente contra el más poderoso, el miedo, el terror a que una simple piedrecita les haga volar por los aires. José Giménez Calderón comenta en el prologo que “el miedo es el verdadero protagonista. Aparece mencionado en numerosas ocasiones. Y modula, dirige e impregna el comportamiento de sus personajes. Paraliza, enloquece y modifica las relaciones y los comportamientos humanos, que destruye”.
Arnaud conociendo en su propia piel ese miedo y viviendo ese infierno ha sido capaz de ofrecerlo al lector con una obra donde lo humano se nos presenta al desnudo, donde lo único que les queda a sus protagonistas es su propia vida, la cual se juegan a cada giro de ruedas. Un microcosmos terrible donde la luz del sol nunca volverá a brillar.
Acción, temor, ambición pero sobre todo miedo, mucho miedo bien pagado es la receta de esta magnifica obra.
Pepe Rodríguez