Él asegura que sus relatos son reales, que sucedieron tal y como los cuenta. Si esa realidad los hace más cómicos deben juzgarlo ustedes, pero posiblemente sea cierto. Por lo menos parten de una base real aunque aderezada con el ingenio y la exageración que todos los buenos narradores saben ponerle.
Cocodrilos apareándose, un koala haciendo el 69 (sólo postura) a un humano con las uñas clavadas, el mayor cervezólogo del universo o el nativo que sobrevivía con un viaje en camello de 5$ al mes son sólo algunas muestras de su buen hacer. Serpientes que muerden o no a sus cuidadores, que viajan en avión dentro de unos pantalones, vendedores de oro callejeros y… la más sublime y cómica de todas las escenas, el enema a una elefanta con estreñimiento harán que nuestro cuerpo convulsione mezclando risa y asco a partes iguales, para al final soltar una carcajada con cada relato. Cabe señalar que las ilustraciones realistas de Güido Sender Montes son el complemento ideal de cada relato.
No les cuento más, merece mucho la pena leerlo, disfrutarlo y reírse con las aventuras y desventuras de un excéntrico australiano y su jungla indómita.
Pepe Rodríguez