Traslapen a unos cuantos personajes desde la reserva spokane a Seattle, otórguenles el don de triunfar en la universidad, los negocios, o simplemente en su vida familiar y obtendrán a la mayoría de los corrosivos protagonistas de estos relatos. Indios e indias que sin renunciar a sus orígenes, con todos los defectos y virtudes de la vida tribal, se han reconvertido a las tribus urbanas sin ser asimilados por el entorno. En primer lugar el entorno no les quiere y, después ellos tampoco abdican de su pelo largo, su piel oscura, sus trenzas o el derecho masculino de llorar continuamente o de tener visiones.
Continuos y jugosos gags comprensibles para el clasista español medio, como el del indio que al cruzar una calle es increpado por un camionero que le grita “Vete a tu país” dejando al nativo roto de la risa durante un buen rato en pleno paso de cebra. De estos momentos enriquecedores hallarán muchos en estas páginas. Atentos a las paradojas y las círculos viciosos diseminados por todo el relato puesto que en algunos es necesaria la relectura para sacarles doble jugo.
En definitiva debemos reconocer que es verdad, que en octubre pasado salió al mercado un gran libro, que su editor sabe que todavía le queda mucha vida útil y que si se quieren divertir deberían aprovechar el Día del libro para regalárselo a alguien querido o a ustedes mismos.
P.D. También es un libro de poesía y de consejos. Por ejemplo, díganme que les parecen estos: “Hijo mío , si quieres que tu esposa sienta lujuria por ti el resto de tus días, todo lo que tienes que hacer es seguir esta lista: 1) Lava los platos regularmente 2) Si te sientes solo y quieres que tu chupe los dedos de los pies o cualquiera de tus demás proyectiles, pon la lavadora. 3) ¿Quieres que el amor siga vivo? Todo lo que tienes que hacer es pasar la aspiradora. Oh, hijo mío, pasa la aspiradora en mitad de la noche, y tu esposa se levantará de la cama desnuda y te hará el amor a las tres de la mañana.”
¡Diviértanse!
Marc Canela