La madre de AnneIcart tuvo que esperar demasiado tiempo en dilatación a que su primer hijo Philo naciera. El daño cerebral que sufrió fue poco evidente en sus primeros años pero paulatinamente hizo de él una persona diferente para todos… menos para su hermana menor. Para Anne, Philo era su hermano mayor, aquel que cuidaba de ella cuando era pequeña, hasta que en la cocina de casa su madre un día le dijo que Philo tenía una enfermedad y que nunca se curaría. Esta es la historia de Philo, un discapacitado psíquico visto por su hermana desde la evolución que durante toda su vida ha tenido esa relación. LEER MÁS
Es fácil tratar este tema desde una perspectiva demasiado emocional y apasionada, crear un libro en el que los padres y familiares de seres tan especiales como Philo se sientan identificados y no paren de congratularse de que todos vean a sus retoños así. Sin embargo, AnneIcart no lo ha hecho, ha compuesto un libro para todo tipo de lectores, para que todos veamos la realidad desde la perspectiva de una niña que primero es inferior al discapacitado, después se empareja con él, lo supera, pero que con el paso del tiempo se da cuenta de la superioridad moral y humana de él.
Tras una dulce infancia compartida llegan los tiempos en que su hermano sugiere que puede tener una vida de persona ‘normal’, con un trabajo normal y vivir independiente en un barrio normal. Pero la hipocresía de esta sociedad sólo pone trabas, broncas y malas caras. El sueño de una noche de verano se va desvaneciendo y derivando en situaciones cada vez más violentas.
AnneIcart trata la discapacidad de su hermano de una forma poco sentimentaloide, basada en la sangre más que en la ‘diferencia’. Su hermano es su hermano y lo defenderá a muerte por el hecho de serlo. Su problema psíquico es una característica de su hermano, no él mismo. Esa forma de ver la persona en su dimensión completa es el gran logro de este libro, lo que lo hace accesible y cercano a todos al margen de nuestra situación personal.
Eso no quiere decir que no se emotivo, las lágrimas pueden aflorar libres en cualquier pasaje, pero sobre todo cuando Philo, ya un adulto, desaparece en una estación de tren. Esa escena contada de forma vívida en primera persona por Anne resulta conmovedora.
Por eso deseamos recomendar a todos la lectura de este libro que medirá nuestra nivel de compromiso social y tolerancia.
Estos libros resultan muy emotivos, y más cuando tienes en tu familia algún discapacitado como es mi caso.
Lo apuntaré para leérmelo.
Saludos.