Anthony Whitelands, un inglés especialista en arte, fascinado por la pintura española del siglo de oro y, en concreto, por la figura de Velázquez, recibe un encargo a través de un conocido marchante de arte. Debe viajar a Madrid y peritar una colección de cuadros perteneciente al duque de Igualada.
Cuando Anthony llega a Madrid, comprueba que todo ha sido un engaño y, realmente, su misión consiste en autentificar un cuadro de Velázquez, una pieza única, cuyo misterio podría aportar una nueva luz a la vida y la obra del pintor sevillano. (leer más)
La aventura del cuadro le colocará en el centro de un juego de intrigas y espionaje que atraerá la atención de la Dirección General de Seguridad, de los servicios secretos ingleses y de otras potencias internacionales interesadas en el conflicto español. Conocerá a José Antonio Primero de Rivera, fanático, arrogante y carismático, y a toda la corte de falangistas que le seguían de forma incondicional e irracional. A pesar de que Anthony no tenía ningún interés en la política y tampoco encontraba ningún motivo para inclinarse por uno u otro, se convertirá en pieza clave de la lucha de poderes que desembocaron en la guerra civil y tendrá que resolver el misterio del cuadro para intentar poner a salvo su vida.
Mendoza disecciona la situación de España en los momentos previos a la guerra, y lo hace de forma objetiva, valiente, sin entrar en los tópicos que encontramos habitualmente en la literatura y en el cine español. La novela señala, creo que de forma acertada, la responsabilidad que tuvieron las diferentes “partes enfrentadas” en el estallido de la guerra, con una escalada de odio y violencia, una pelea de gatos rabiosos en la que el fanatismo triunfó sobre el diálogo y la razón. El mejor resumen de la situación del país lo realiza un personaje que representa la visión sencilla y realista del pueblo:“En España las cosas van mal desde hace siglos, pero en los últimos meses esto es la casa de tócame Roque. Los falangistas andan a tiros con los socialistas; los socialistas, con los falangistas, con los anarquistas y, de vez en cuando, entre sí. Y mientras tanto todos hablan de hacer la revolución. Menudo despropósito”.
La visión trágica y pesimista que envuelve toda la novela, no impide que el autor aporte su visión irónica y su sentido del humor, con toques divertidos repartidos a lo largo del libro. Además, un final original culmina de forma acertada la intriga planteada que se sigue con gran interés.
Por la novela desfilarán también personajes históricos como los generales Moa, Queipo de Llano y Franco, en sus conjuras conspiratorias que se desarrollarán en un episodio bastante surrealista. También Azaña, al que muchos veían como “la última esperanza de acuerdo y de conciliación”, así como otros personajes de ficción que completarán el cuadro de una España enloquecida, a punto de estallar. Como dirá Azaña, casi al final del libro, “estamos al borde del abismo. Por ahora, nadie se decide a seguir avanzando. Pero bastará un empujón para precipitar al país a la catástrofe”.
Desgraciadamente, todos sabemos cómo continuó la historia; el país se precipitó al abismo dando lugar a una guerra cruel y sin sentido y a décadas de una dictadura de infausto recuerdo…
Miguel Ángel Gómez Juárez https://megustan-loslibros.blogspot.com/Ficha del Libro
Título: Riña de gatos | Autor: Eduardo Mendoza | Editorial: Planeta Páginas: 432 | Precio : 21,50€
Compra este libro o cualquier otro en Fnac.es y recibe gratis un LIBRINO de Ediciones B
Otro Premio Planeta para tirar a la basura, y van… Parece que no escarmentamos con los dichosos premios (aunque es cierto que algún que otro acierto han tenido: véase El Mundo, de Juan José Millás). Y mira que me da pena por Eduardo Mendoza, con lo que me han gustado alguna de sus novelas. En fin, otro año será, y… ¿volveremos a tropezar con la misma piedra?