Imaginen una parábola sobre la educación sentimental de dos perdedores adolescentes. Imaginen un descampado en alguna ciudad de periferia. Imaginen (yo no puedo recordarlos) esos años ochenta de heroína y niños olvidados. Dividan la historia por epígrafes, en secuencias cortas. Alternen las historias de los dos protagonistas. Eliminen casi todos los nombres propios y diálogos. Añadan palabras como dardos y vocativos dirigidos al lector, convertido en niño que asiste a un teatro de guiñoles. Conciban cada personaje como un archipiélago rodeado de soledad. Esto sería, más o menos, Nada es crucial. (leer más)
Magui es una chica con ganas de huir; Lecu es hijo de yonkis. Magui y Lecu son dos de esos niños de los ochenta educados a golpe de programa de televisión vespertino y bocatas de nocilla. Ambos son extraterrestres viviendo en los márgenes, aunque por distintas razones: Magui es despreciada y deseada a partes iguales por su belleza, mientras que Lecu es un ser invisible, acogido y posteriormente repudiado por una organización religiosa. Ambos son superhéroes de extrarradio, animales endurecidos por la vida que pelean a arañazos, guerrilleros que se van haciendo fuertes, esperando su turno.
Un lenguaje lírico y desgarrado delinea la trayectoria de estos dos protagonistas heridos, hijos de nadie en una ciudad en la que “nada es culpa, nada es pecado, nada es crucial”. Los dos chavales nacen alejados y se van acercando, lenta e inexorablemente, a medida que avanza la narración, hasta confluir, reconocerse como iguales, lamerse las heridas.
Si en Rosas, restos de alas, su libro anterior, Pablo Gutiérrez diseccionaba el final de una relación, aquí se encarga de analizar la infancia, ese territorio hostil. Ha vuelto a lograr una novela sucia y brillante, potente y cruda, extremadamente hermosa. Salpicada de citas y referencias a otros textos, Nada es crucial es una obra amarga y real sobre el amor de dos criaturas marginadas.
1 comentario en «Nada es crucial – Pablo Gutiérrez»
Me ha sorprendido mucho el lenguaje descarnado e incisivo utilizado en esta novela, he ido entrando en ella como a regañadientes, pero me ha ido enganchando, y al final, en conjunto, me ha encantado. Una anedocta/ ejemplo: tardé varias páginas en entender que era la “siemprencendida”, al principio pensé que era una vecina vocinglera, hasta que en una frase enla que aludía a las teleseries de la “siemprencendida” lo pillé, y me obligó a volver ago para comprobar cómo se me había escapado antes. Ese volver ago y hacer casi una segunda lectura sobre la marcha, bueno, soy lector habitual de todo tipo de libros, y la verdad es que no me ha pasado con muchos otros libros/ escritores. Me ha parecido una escritura muy inteligente, y una lectura muy estimulante.
Me ha sorprendido mucho el lenguaje descarnado e incisivo utilizado en esta novela, he ido entrando en ella como a regañadientes, pero me ha ido enganchando, y al final, en conjunto, me ha encantado. Una anedocta/ ejemplo: tardé varias páginas en entender que era la “siemprencendida”, al principio pensé que era una vecina vocinglera, hasta que en una frase enla que aludía a las teleseries de la “siemprencendida” lo pillé, y me obligó a volver ago para comprobar cómo se me había escapado antes. Ese volver ago y hacer casi una segunda lectura sobre la marcha, bueno, soy lector habitual de todo tipo de libros, y la verdad es que no me ha pasado con muchos otros libros/ escritores. Me ha parecido una escritura muy inteligente, y una lectura muy estimulante.