Ahora que está a punto de ser padre recuerda aquel mundo en el que hacer las cosas mal eran su deporte, pedirse unas salchichas de cerdo, ver la tele los sábados, “tocarse”. No sacaba mucho de aquello sólo la satisfacción de transgredir, pero la resaca de conciencia que le ocasionaba le sometía a un conflicto interior enorme.
Ya con su hijo nacido debe tomar la decisión de circuncidarlo o no y por tanto recapitula sobre lo que ha vivido y lo que espera para su hijo.
Divertido la mayoría de las veces, triste muchas otras al ver en lo que han convertido las religiones la idea de Dios, y positivo en su conjunto Auslander se ha enfrentado a pecho descubierto a quienes abiertamente lo han criticado por esta obra. Como él dice, cuando a una persona religiosa le dices que Dios es un capullo normalmente reacciona mal, pero no cita que cuando a un evolucionista convencido o a un ateo recalcitrante le dices lo mismo te mira como si fueras tonto. Este mundo es así y a cada uno nos parece que nuestra familia, vida, país, religión son perfectas hasta que como ha hecho Auslander lo ponemos bajo la lupa o el microscopio y aumentamos los defectos para que se vean bien claro.
Hay que saber reírse de uno mismo, de nuestras creencias y principios para aprovecharlo bien. En ese caso este título se disfruta plenamente.
El Limonero
SINOPSIS de la Editorial
Vale, Dios no dice nada cuando Le hablan, asunto a partir del cual se han escrito pliegos interminables, pero no por eso es menos vengativo y cruel. Lógicamente, el mayor conspirador de la historia actúa en silencio, y de Él no hay manera de escapar, como bien sabe cualquier paranoico de orientación pesimista (alguien que ha entendido la situación y no temería lo peor si no esperase algo mejor).
Estamos hablando de Shalom Auslander, educado en la ortodoxia judía, de la cual se desvió primero a través de la pornografía y la comida no kosher, la marihuana, el hurto y la masturbación compulsiva, y luego a través de una vida que podríamos llamar laica. Y que viene a ser lo mismo, porque el autor sigue creyendo –es decir, temiendo– de modo «agobiante, incurable, miserable». Por eso, ahora que su hijo está por nacer, no sabe si hacerle cortar el prepucio según ordena la tradición o esperar algo peor que la muerte, una tortura más lenta, dolorosa y, sobre todo, divertida a los ojos de Dios.
Más allá de la anécdota, este memoir (pues no hay aquí más ficción que en la Biblia, aunque tanto castigo parezca mentira) da cuenta de una rebelión inevitable y al mismo tiempo inútil. Estas Lamentaciones meditan, pues, sobre la identidad. ¿Soberanía y sujeción a partes iguales? Nadie responde.
Si usted no se ríe con el sufrimiento del autor, le devolvemos el dinero. (Los calificativos «hilarante» aunque «triste», «subversivo» e «iconoclasta» pero «piadoso», «conmovedor» y sobre todo «genial» se repiten casi como una plegaria en los muchos elogios de la crítica, junto a las comparaciones con Philip Roth, que no son odiosas porque Auslander incluso sale ganando, Sedaris, Eggers y Woody Allen). Pero, si sólo se ríe y no padece y se maravilla y empieza a temer un castigo desproporcionado a su complicidad en la lectura de esta blasfemia, le recomendamos que vuelva a comprarla como se compra a veces, ingenuamente, el perdón.
Título: Lamentaciones de un prepucio | Autor: Shalom Auslander | Editorial: Blackie Books | Páginas 316 | Precio 21€ |
Había visto este libro en muchas librerías y ya sólo por el título me llamaba mucho la atención. Me ha gustado la reseña y me han dado ganas de leer el libro, me parece una forma muy divertida e interesante de tratar un tema que siempre estará de actualidad. Es bueno tener sentido del humor, es muy útil para todo en esta vida. Saludos.
Cuéntate la vida https://cuentatelavida.blogspot.com
Yo lo leí hace poco y lo recomiendo al cien por cien. Es un libro inolvidable, te cambia algunos conceptos que todos tenemos de la religión, y te hace pensar, sentir, sufrir mientras te ríes a carcajada limpia. Este autor promete mucho, un libro recomendadísimo, lo dicho!