Para los chicos de la periferia de Madrid, hijos de obreros pobres, entre los cuales ninguno tenía dinero, ni moto, ni coche y entre semana había que pasear por no tener dinero para tomar nada hasta el finde, este libro supuso un mazazo. Se lo pasé a mis colegas pero a ellos ‘lo negro les sobra’ así que al final perdí aquel magnífico regalo pero no su recuerdo.
Aquellos hijos de los magnates de Hollywood encabezados por Clay, fríos, lejanos, indiferentes, con dinero, cocaína, aburridos de divertirse, sin necesitar un futuro gracias a la fortuna de sus padres, eran el ejemplo a seguir. Sin embargo, Ellis les llevaba al vacío, demostraba que su vida no valía nada, que eran más pobres y menos personas que nosotros. Y ¡cómo escribía Ellis! Sin vergüenza, sin tapujos, algunos girábamos el libro en el metro para que nadie leyera aquello tan descarado que contenía. Para muchos abrió un mundo desconocido que ignoraban y les demostró que la literatura podía ser moderna e hipnótica.
Entienden ahora como me siento al haber leído Suites Imperiales, al haber recuperado a aquellos compañeros y amigos, y poder volver a compararlos.
Con sus habituales mezclas entre realidad y ficción Ellis repasa Menos que cero a través de los recuerdos de Clay, del supuesto libro que ‘alguien’ escribió sobre ellos y le otorga al mismo personaje la autoría de su obra ‘Los confidentes’.
Rápidamente (no baja de velocidad hasta el final) nos explica la situación a día de hoy de aquellos jóvenes sin futuro. Clay se ha convertido en un guionista de éxito que ha heredado la fortuna de sus padres, Blair se ha casado con Trent, Julian se dedica a los servicios de compañía y Rip Millar es un mafioso disfrazado de Mickie Rourke. Ninguno ha madurado un ápice y siguen con su vida de desenfreno con unos cuerpos cuya decadencia es tan evidente como la de sus mentes.
Un casting obliga a Clay a visitar Los Ángeles tras un año neoyorquino y se reencuentra poco a poco con sus antiguos colegas y novietas. Desde el principio Ellis deja claro que no es una novela costumbrista, ni una revisita simple a sus personajes. Clay es seguido por un Jeep, recibe mensajes amenazadores y sin saber por qué ni quién se encuentra perseguido. Sólo le saca el miedo a base de sexo su nueva ‘actriz’ Rain quien gradualmente se convierte en el eje de una novela negra al mas puro estilo Easton Ellis.
Todos sus amigos se verán implicados en una trama de lealtades y sentimientos tan extraña que es difícil verle la lógica salvo por el estado psíquico en que se encuentran.
Asesinatos, torturas, snuff movies, persecuciones, vigilancias, nada es lo que parece y la trama se complica hasta límites insospechados. Unas semanas de tranquilo trabajo acabarán con alguno de ellos muerto y otros tocados.
Ellis sigue escribiendo sin vértigo, jugando en el alambre, en el límite de lo políticamente correcto y sobrepasando la raya en ocasiones. La falta de control de sus personajes es absoluta, parecen escapársele de las manos, y tras unas cincuenta páginas nuestro corazón empieza a acelerarse mezclando el odio, el asco, la intriga y la mala leche que nos entra según avanzamos.
Pero así son ellos, así eran en los ochenta y así los ha reconstruido Ellis, despojos humanos en la cima del mundo. Sin embargo hoy no sorprenden, cualquier noticiario o reality o programa del corazón es más duro. Es lo que tiene el tiempo que hace que lo divino se convierta en humano.
No creo que a ellos les vaya mejor que a mis amigos de carne y hueso, ni unos ni otros maduran y hace mucho tiempo perdí la esperanza de hacerlo yo mismo.
El Limonero
Ficha del Libro
Título: Suites Imperiales | Autor: Bret Easton Eliis | Editorial: Mondadori |Páginas: 150 | Precio : 16,90€ |
A mi me encantó su “Menos que Cero” así que no descarto leer muy pronto esta nueva novela de Ellis.