Berto, el niño protagonista, se nos describe como “huérfano de padre y madre” que sin “detenerse a aclarar las circunstancias y razones por las que resultó necesario que me criaran mi abuela Mazal y mi abuelo Abraham el Borrachón. Pero aún así me vuelvo con nostálgica ternura hacia aquellos días pasados con todo lo que tuvieron de bueno y de no tan bueno”. Esa es la esencia de esa obra, la cual se construye con los recuerdos sefardíes de una familia judía huida de la península y que finalmente arraigo a orillas del Maritsa cuyos generaciones engendraron a los abuelos de Berto, quienes mezclan el búlgaro con el castellano arcaico y con el árabe de los turcos. Levantada con el aroma viejo de la tolerancia que da el hecho de que el pope ortodoxo, el rabino judío y el mulá musulmán sean amigos íntimos y después de sus oficios gocen de unos refrigerios en la taberna y de perseguir a la misma mujer. Y adornada con la tranquilidad de ánimo que otorga primero la persecución nazi, segundo el adoctrinamiento comunista y tercero la diáspora del regreso a la tierra santa israelí.
En medio de todo aquello surge la relación amorosa entre los niños, entre Berto y la medio francesa Araxi que no fructificará hasta el regreso de este último a su ciudad natal. Esto y más será completado por unos secundarios de lujo y plasmado en fotografías por el omnipresente Kostaki.
Según nuestra opinión, para los amantes de la comparación, es un libro ligeramente inferior a El Pentateuco de Isaac pero mejor equilibrado que Adiós Shanghai. Además la cercanía que al lector español le da los comentarios en español original nos imbuye de un extraño orgullo al saber que en la lejana para nosotros Bulgaria siguen añorando las orillas del Tajo.
Una excelente opción que el paladar exquisito del buen lector sabrá degustar en su justa medida.
Pepe Rodríguez
SINOPSIS
A través de los ojos de Albert Cohen, búlgaro exiliado en Israel, Angel Wagenstein resucita el mundo de su infancia en Plóvdiv, una de las ciudades más bonitas y cosmopolitas de los Balcanes. Cohen regresa por unos días a Bulgaria para un congreso y el reencuentro con su ciudad natal y con sus gentes, a las que lleva años sin ver, le hace rememorar un mundo desaparecido. El recuerdo más intenso es el de su abuelo, el inolvidable Abraham el Borrachón —maestro hojalatero, fabulador genial y testigo del final de una época—, cuya figura le permitirá revivir algunos de los episodios más importantes de su infancia. Sin embargo, su ensoñación se verá interrumpida por algunos ineludibles reclamos del presente: un oscuro intento de especulación inmobiliaria, el encuentro con un antiguo amor o el conflicto de Oriente Próximo. Además de una magnífica novela, este nuevo libro de Angel Wagenstein —autor de El Pentateuco de Isaac y de Adiós, Shanghai— es un retrato sin concesiones de la Bulgaria contemporánea y un canto a su riquísimo pasado.
Título: Lejos de Toledo | Autor: Angel Wagenstein | Editorial: Asteroide | Traducción: Venceslav Nikólov | Páginas 313| Precio 18,95€