En 1945 su limitado mundo se desarrolla entre su dulce y sumisa madre y su padre, un carcelero alcohólico y violento. El avispado y enfermizo niño descubre un día que a los mAtOnEs, mAlvAdOs y lAdrOnEs que han encarcelado cerca de su casa en la prisión que trabaja su padre son -para su sorpresa- hombres, mujeres y niños absolutamente pobres, y ¡blancos! Todavía no lo sabe pero son judíos. De esta forma, Raj se convierte en un espectador inocente del único evento de la Segunda Guerra Mundial en su isla. En medio de los detenidos, Raj descubre a un chico rubio, frágil como él, David. De la reunión citada arriba nace contra todo pronóstico una amistad sin límites. Los niños heridos por la vida y el mundo adulto, quieren escapar de su sombrío destino, y disfrutar de su infancia libremente, sin obstáculos.
Esta conmovedora novela denuncia la estupidez de los hombres, sin juicio, a través de los ojos de un niño cuya inocencia y esperanza es capaz de sobreponerse a lo que le rodea.
El libro constituye una negación desesperada de la maldad. Nathacha Appanah cuenta un episodio poco conocido de la Segunda Guerra Mundial: En 1945, 1.500 exiliados judíos de Europa, quieren llegar a Eretz, la tierra prometida. Pero son deportados de Palestina por las autoridades británicas, llegando a Isla Mauricio y siendo encarcelados durante cinco años en condiciones miserables, sin noticias del mundo exterior, abandonados como apestados en cuarentena.
La escritura es fluida, sin trucos ni efectismos. Emotiva hasta las lágrimas transmite unos sentimientos que nos tocan profundamente el corazón dejándonos con un nudo en la garganta continuamente. La autora cuenta con palabras sencillas a través de los ingenuos ojos de esos niños un mundo incomprensible. Apenas unos días después de la publicación de El último hermano, docenas de traducciones ya estaban en marcha. Las razones son obvias: esta obra tiene una atmósfera especial, un ambiente en el que se huelen las flores, saboreamos la fruta, sentimos el calor, la humedad.
Un libro exquisito, dulce y tierno que nos hará reencontrarnos con el verdadero placer de leer.
RESEÑA DE LA EDITORIAL
El 26 de diciembre de 1940, el Atlantic atraca en Port Louis con unos 1.500 judíos a bordo, expulsados de Palestina y deportados a la isla de Mauricio, por entonces colonia británica. En aquella época, Raj, apenas un niño, no sabía nada del mundo ni de las tragedias que en él se desarrollaban. En el atardecer de su vida, se siente atrapado por el recuerdo de unos sucesos que lo marcaron como el hierro candente – su encuentro con David, el niño judío; los campos de caña de azúcar, la violencia de su padre, la ternura maternal, el sol abrasador-. Y por la vergüenza de ser un hombre.
Ficha del Libro