Bill Plantagenet, el alter ego de Lowry, cuenta sus movimientos previos al ingreso hospitalario; condensa en cuatro días su estancia de tres semanas y nos devuelve su triste existencia a la casilla inicial sin que su internamiento haya producido más efecto en su persona que lo que el propio libro relata.
De esta estructura escénica aparentemente insípida y anodina, el ingles Lowry saca petróleo. Primero con su forma lírica de escribir; realmente Piedra Lunar es un poema en prosa en el cual trata de condensar los fantasmas obsesivos de toda la literatura autodestructiva europea en una situación agobiante, oscura, dentro de una atmósfera cerrada, sin aire y sin salidas al exterior. El formidable detalle constructivo de los secundarios del relato, sus compañeros del psiquiátrico, impresiona por lo acertado del dibujo que traza de todos ellos, a los cuales no cuesta imaginarlos en acción o en conversación: Battle, el hiperactivo gigantón negro que no para de bailar y cantar, Garry quien rebanó la garganta de una niña a la que quería y el señor Kalowsky, judío determinista que ve todo lo que sucede como designios del destino. Bill los convierte en sus amigos, trazando un elevado alegato en su defensa cuando llega el momento de abandonar el hospital. Lowry borda ese penúltimo episodio del libro, al demostrar conocer las patologías de todos ellos mucho mejor que el psiquiatra que les ha tratado, buscando enérgicamente una salida a la situación que aboca a sus compañeros a la reclusión perpetua, mientras que él, con sus mismos fantasmas a cuestas escapará libre de nuevo para recluirse en el refugio de la bebida unas horas después de abandonar el centro.
Un excelente acercamiento a la obra de este británico rebelde que nos ayuda a comprender mucho más acerca de su vida y de sus otros libros, al citarnos sus referentes bibliográficos personales, Rimbaud, Poe, Roderick Usher y los primeros capítulos de Moby Dick, que flotan apareciendo y engullendo la realidad de su maquillada autobiografía de tres semanas en el psiquiátrico.
RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL
Bill Plantagenet es un pianista de jazz británico, alcoholizado, lector ferviente de Melville y apasionado por los grandes barcos. Cuando llega a Nueva York, comprueba que todo en su vida han sido naufragios y pérdidas, como la de su grupo de música y su compañera, Ruth. Su peregrinación por las tabernas del puerto de la ciudad culmina en un hospital psiquiátrico, en realidad un infierno, un barco varado o, según como se mire, una cárcel, donde compartirá su tiempo y su suerte con marineros, borrachos, pobres de solemnidad y personajes desahuciados como el viejo Kalowsky, el joven Garry o el negro Battle. Mientras contempla desde las ventanas del hospital el paso de los buques por el East River, Bill comprende que el doctor Claggart, el psiquiatra que lo atiende, jamás podrá curar su alma enferma. Tal vez, cuando le den el alta, sus pasos le lleven al lugar de donde viene: a las tabernas del puerto, al olvido que le procura el whisky, y todo vuelva a comenzar y a repetirse, sin que sepamos dónde está el principio y dónde el final.
Ficha del Libro | Primer Capítulo
Título: Piedra infernal | Autor: Lowry, Malcolm | Editorial: Tusquets| |Precio: 13 € | Páginas: 128 |