Un recóndito poblacho chino precomunista al límite de su existencia descubre que el único hilo que le sostiene vivo, la lluvia, desaparece temporalmente. Sus habitantes cambian el nivel de sus problemas de personales a familiares, de familiares a locales y de locales a comarcales. Bingzai, quien nació retrasado y sordomudo siempre ha sido el cabeza de turco de las miserias de sus vecinos, y con la sequía todo empeorará. (más)
El determinismo de los personajes, entregados brutalmente hacia su destino, da bandazos tratando de solucionar sus problemas, pasando del suicidio personal al colectivo, del sacrificio propiciatorio de un vecino a la guerra contra la aldea adyacente, y de los trámites judiciales a la elevación a los altares como oráculo del idiota Bingzai. Nada resultará y el desastre de todo el pueblo es el único final posible, una vez que personal y familiarmente todos ya han fracasado.
Shaogong esculpe con total crudeza los acontecimientos, las situaciones, las conversaciones que son recordatorios de la pobreza y el atraso de las zonas rurales, enraizando todo con el folclore, las supersticiones y mitologías simbólicas de la China profunda.
A semejanza de Mo Yan, no sabemos lo que piensan los personajes, solo los podemos juzgar por sus actos, de los que somos meros espectadores. Shaogong dibuja con maestría el perfil psicológico de cada uno en su forma de enfrentarse al terrible futuro que les cerca.
Ahora sonriendo, ahora torciendo el gesto, ahora llorando, sentados desde el borde de silla de lectura, inquietos, el autor nos lleva de casa en casa, por las calles, caminando por situaciones fantásticas e inacabadas, resolviendo los enigmas que ocasiona la subsistencia humana, el subdesarrollo y las carencias básicas de las almas más prescindibles.
Recomendada para quienes es un placer valorar su existencia al conocer esas otras vidas olvidadas, humilladas, que Shaogong eleva a la categoría merecida; para quienes reconocen que el medio rural y subdesarrollado de otros, entre ellos nuestros antepasados, es el sustrato de nuestro mundo bien surtido. Para quienes no olvidan todo el sufrimiento de los parias de la tierra. Pa pa pa para ellos es una gozada.
Shaogong esculpe con total crudeza los acontecimientos, las situaciones, las conversaciones que son recordatorios de la pobreza y el atraso de las zonas rurales, enraizando todo con el folclore, las supersticiones y mitologías simbólicas de la China profunda.
A semejanza de Mo Yan, no sabemos lo que piensan los personajes, solo los podemos juzgar por sus actos, de los que somos meros espectadores. Shaogong dibuja con maestría el perfil psicológico de cada uno en su forma de enfrentarse al terrible futuro que les cerca.
Ahora sonriendo, ahora torciendo el gesto, ahora llorando, sentados desde el borde de silla de lectura, inquietos, el autor nos lleva de casa en casa, por las calles, caminando por situaciones fantásticas e inacabadas, resolviendo los enigmas que ocasiona la subsistencia humana, el subdesarrollo y las carencias básicas de las almas más prescindibles.
Recomendada para quienes es un placer valorar su existencia al conocer esas otras vidas olvidadas, humilladas, que Shaogong eleva a la categoría merecida; para quienes reconocen que el medio rural y subdesarrollado de otros, entre ellos nuestros antepasados, es el sustrato de nuestro mundo bien surtido. Para quienes no olvidan todo el sufrimiento de los parias de la tierra. Pa pa pa para ellos es una gozada.
Título: Pa pa pa | Autor: Han Shaogong | Editorial: Kailas| Colección: Ficción | Páginas: 105 | Género: Novela | Precio: 14,90 € | Web del libro
Un cuento mágico y cruel, y con humor e intriga, que se lee del tirón.