Un testimonio directo, lúcido y profundamente humano sobre la vida bajo ocupación. Esta obra poética, incisiva y con dosis de rabia contenida pone en relieve cómo la comunidad internacional, los medios de comunicación y las instituciones contribuyen a la deshumanización del pueblo palestino.En 2021, Time lo nombró una de las cien personas más influyentes del mundo. Es muy conocido por su papel como cofundador del movimiento#SaveSheikhJarrah. Escribe en Mondoweiss, una plataforma independiente de noticias sobre Palestina.
Publicado originalmente a comienzos de este año, Víctimas perfectas documenta la violencia israelí —física, simbólica y estructural— y revela cómo la comunidad internacional, los medios de comunicación y las instituciones contribuyen a la deshumanización del pueblo palestino.
Con una prosa incisiva, el-Kurd entrelaza memoria, testimonio, poesía y análisis político para mostrar cómo el discurso internacional, marcado por una mirada colonial, exige que los palestinos sean “víctimas perfectas” para merecer empatía: pasivos, inofensivos y moralmente puros.
Mientras sus hogares son demolidos y su vida cotidiana amenazada, cualquier expresión de rabia o resistencia se interpreta como un fallo moral. No se juzga lo que padecen, sino cómo responden a la violencia.
El-Kurd denuncia que la narrativa dominante omite deliberadamente las causas de la resistencia, condenando los actos de autodefensa sin cuestionar el colonialismo y la ocupación que los originan. Frente a esta exigencia de pureza y sumisión, el autor reivindica el derecho al enojo, a la resistencia y a la complejidad humana, recordando que la dignidad no se mide por la mansedumbre ni por la capacidad de soportar el dolor en silencio.
Su escritura, que combina el rigor periodístico con la intensidad lírica, responde al absurdo de la ocupación y a las preguntas hipócritas de la audiencia internacional. En ella capta la coexistencia del dolor y la dignidad, afirmando que la resistencia palestina no es una concesión sujeta a aprobación, sino un derecho inherente.
Lejos de anhelar compasión, el poeta exige reconocimiento y justicia. Su fuerza radica en que no busca agradar ni convencer por medios conciliadores, sino confrontar la indiferencia y la hipocresía que rodean la causa palestina.
Víctimas perfectas desafía a quienes exigen a los palestinos ajustarse a expectativas irreales y deshumanizadoras, y recuerda la necesidad de escuchar a las víctimas en sus propios términos. Para El-Kurd la verdadera solidaridad no consiste en suavizar el sufrimiento ajeno, sino en reconocer la legitimidad de la resistencia, incluso cuando incomoda.
Este libro es un llamado poderoso a rechazar la empatía selectiva y a mirar el dolor sin exigir que sea perfecto.
«La deshumanización nos ha situado —e incluso expulsado— fuera de la condición humana, hasta el punto de que todo cuanto se entiende, por lógica, como una reacción natural del hombre a la subyugación, si viene de nosotros se tacha de conducta primaria, incontenida e incomprensible. Lo que a otros convierte en héroes, a nosotros nos convierte en criminales. Decir que somos culpables por haber nacido es casi simplista. Nuestra existencia es puramente mecánica, y se nos recuerda una y otra vez, a través de políticas y procedimientos, que, por desgracia, hemos nacido para morir.»
MOHAMED EL-KURD